Policiales > Crónica del asesinato
Una posible testigo y 15 puñaladas: la reconstrucción del crimen en Sarmiento
Una relación complicada y la posible presencia la pequeña hija de ambos a la hora del femicidio y suicidio: las pruebas para saber que ocurrió.
POR REDACCIÓN
NOTA DEL EDITOR
Importante
Si sufrís violencia de género o abuso sexual llamá al 911 o 144. También podés acercarte por el Centro de Abordaje de Violencia Intrafamiliar y de Género (Cavig), que está situado en Rivadavia 425 oeste, justo en la esquina con Alem, en Capital. Teléfonos: 264 4222321 o 264 4210013.
El silencio de los curiosos acompañó la partida de la camioneta que trasladó hasta la Morgue Judicial los cuerpos de Marcelo Vilchez, de 44 años, y Brenda Flores, de 25 años, la pareja hallada sin vida en su casa del barrio Patiño en el departamento Sarmiento durante la mañana del viernes. Pero ese silencio fúnebre se veía opacado por las miradas y ambiente de incredulidad que rodeaban la casa del crimen: es que nadie podía creer que Vilchez hubiera asesinado de 15 puñaladas a su pareja y luego de se haya colgado con un alambre, todo aparentemente en presencia de su hija de tres años.
“Eran conocidos acá. Eran gente laburadora y muchos lo identificaban a él por la municipalidad. Nadie puede creer lo que pasó porque no se veían mal ni que pelearan mucho. Pero uno nunca sabe…y más después de esto”, comentó un vecino a DIARIO HUARPE que prefirió resguardar su identidad, en sus propias palabras, por respeto a ambos difuntos.
Aún restan las pericias y testimonios de familiares para lograr desentramar cómo ocurrió el crimen. Se sabe que Flores, que es oriunda de Los Berros, había estado hasta ayer cuidando a un familiar enfermo. Y Vilchez, trabajador del municipio de Sarmiento, la pasó a busca después por donde se encontraba velando por el enfermo. Alrededor de las 8.30 llegaron hasta la casa de este en su vehículo, ubicada en las calles Laprida al sur de calle Juan XXIII.
Qué sucedió dentro de la vivienda en esos instantes, tal vez quede perdido en el silencio de Vilchez y Flores.
La única testigo
En el interior de la casa de Marcelo, se produjo la agresión que terminó con la vida de Flores, en principio, por desangramiento. Según las pericias de la División Criminalística y el Laboratorio Forense, Flores recibió entre 15 y 17 puñaladas con un cuchillo. El arma se halló en la escena y todo parece indicar que habría sido el trabajador municipal quien se las propinó. Si hubo una discusión de por medio o no todavía es motivo de investigación.
Y la única testigo que podría esclarecer esas dudas, es la pequeña hija de tres años que ambos tienen en común. Es que fuentes calificadas confirmaron que la pequeña podría haber estado presente viendo dibujitos en la televisión cuando ocurrió el hecho. Ella dio aviso a una tía paterna, que vive en frente. Se arrimó llorando y solo pudo decir “mami y papi”.
La familiar y vecina nunca se imaginó lo peor. Y cuando fue a dejar a la niña a la casa con sus padres se encontró con la trágica escena: Flores, fallecida en un charco de sangre y, en la habitación contigua, Vilchez ahorcado con un alambre.
Inmediatamente llamó al 911 y personal de la Comisaría 8º llegó hasta el lugar para comprobar los hechos. Luego se pusieron en contacto con la División Criminalística, División Homicidios y la Unidad Fiscal de Delitos Especiales, con el fiscal Adrián Riveros de turno, quienes llegaron al lugar para recolectar pruebas y hacer una reconstrucción preliminar del crimen. La niña de ambos, al igual que los otros dos hijos de Brenda de seis y ocho años fruto de su relación anterior, quedaron a cargo del Juzgado de Paz de Sarmiento y la Dirección de Niñez y Adolescencia. Estos dos no se encontraban en el hogar cuando ocurrió el asesinato y suicidio.
Para las 10, San Juan se estremecía con la posible carátula del hecho que fuentes policiales y judiciales manejan: femicidio seguido de suicidio. Mientras el llanto de los familiares y los rumores de los vecinos colmaban el lugar, había otra sensación que también se convirtió protagonista en la mañana del viernes: incredulidad.
Una relación difícil
Quienes conocían a la pareja, sea de vista o personalmente, coinciden en señalar que se trataba de una “pareja normal”. Eran conocidos en la zona, en especial Vilchez, que trabajaba en la municipalidad y cuya labor lo relacionaba con mucha gente.
Sobre si seguían juntos o no y la posibilidad de una relación marcada por la violencia, fuentes judiciales aseguraron que todavía se está investigando, pero que habría pruebas y testimonios de que ambos ya no estaban juntos.
Por su parte, Flores tenía denuncias hechas por violencia de género de su relación anterior, con la que tuvo dos hijos. Por otra, Vilchez también tenía denuncias hechas de su relación anterior con la que también tenía hijos. Pero esas mismas fuentes aseguraron que no había denuncias hechas entre ambos.
También hay versiones que indican que la mujer se había ido a vivir con su padre, puesto que la relación con el hombre era ya “insostenible”. Con ese interrogante por comprobar en el aire, podrá esgrimirse entonces un posible móvil que terminó con la vida de la joven madre.
Con la tragedia a medio esbozar, solo resta el análisis de las pruebas y la recolección de testimonios que pondrán un punto final a la historia de Marcelo Vilchez y Brenda Flores, cuyo desenlace sacudió al tranquilo barrio Patiño en Sarmiento.