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Cárcel para un hombre de San Juan por prostituir a sus hermanas
Por Angel Ligorria
Un hombre ha sido arrestado y se enfrenta a una pena que podría resultar en una larga estadía en prisión si la Justicia así lo decide. La jueza encargada del caso ha determinado que el individuo permanecerá detenido durante los próximos seis meses, mientras avanza la Investigación Penal Preparatoria (IPP) en su contra. Se trata de Daniel Torres, quien fue imputado durante la mañana de este jueves, acusado de prostituir a dos de sus hermanas.
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Según las fuentes judiciales, el sospechoso, identificado como Daniel Torres, está acusado de prostituir a dos hermanas y corromper a una de ellas, quien es menor de edad. La jueza de Garantías a cargo del caso ha dictado la prisión preventiva para el acusado.
Por este motivo, la jueza María Gema Guerrero ha decidido tomar la medida más severa contemplada en el Código Penal y ha ordenado que el acusado sea trasladado al Servicio Penitenciario Provincial, donde permanecerá detenido durante un período de seis meses. Este hombre se enfrenta a una grave acusación que podría resultar en una larga condena de prisión.
De acuerdo a la denuncia del caso, las supuestas víctimas son dos hermanas, una de 17 años y otra de 19, quienes conocían al presunto pervertido, pero no tenían una relación directa con él. El sujeto había sido detenido por personal policial de la Comisaría 34ª, en La Bebida, departamento Rivadavia.
El fiscal de Anivi, Nicolás Schiattino, ha sido el encargado de instruir el caso y, debido a la gravedad de las acusaciones presentadas por la hermana mayor de las víctimas, solicitó la detención del acusado. Torres ha sido imputado por dos delitos: promoción de la prostitución y corrupción de menores, en concurso real.
De acuerdo a lo establecido en el Código y según las primeras pruebas presentadas, si el acusado es considerado culpable, podría enfrentar una pena mínima de siete años de prisión. La promoción de la prostitución de menores de 18 años conlleva una pena que varía entre cuatro y 10 años de prisión, mientras que la corrupción de menores tiene una pena de tres a 10 años de prisión.