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IPV no vende carpetas: advertencia oficial ante estafas con casas
El IPV reiteró que no comercializa carpetas de viviendas y advirtió sobre estafas que ya afectaron a decenas de familias. El organismo recordó que toda gestión debe realizarse únicamente por los canales oficiales.
POR REDACCIÓN
En San Juan, un patrón de estafas que explota la ilusión de la casa propia a través de es de viviendas del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) ha vuelto a emerger y afecta a decenas de familias. Ante esta situación, el organismo intensificó sus advertencias y emprendió acciones legales para resguardar a la ciudadanía.
La maniobra logró engañar a más de 20 familias inicialmente, aunque la cifra podría ascender a 50 según los reportes más recientes. Las víctimas entregaron cientos de miles de pesos y documentación personal sensible con la expectativa de recibir las llaves de una vivienda, promesa que nunca se cumplió. “Hoy vimos en un medio que habían saltado 50, 50 familias damnificadas. Estas estafas yo hace más de un mes y medio estuve comunicando, hice la denuncia pertinente en la UFI y el fiscal está tomando toda la investigación que corresponde para llegar a desmarañar esta situación y quiénes son las personas que están estafando”, señaló la directora del IPV, Elina Peralta.
Los estafadores se hacen pasar por empleados públicos, aunque no lo son, y utilizan nombres como “Agustina Riveros” o simplemente “Agustina”, cambiando constantemente los apellidos. “Se hacen pasar por empleado público y no lo es”, confirmó Peralta. Para generar confianza, envían documentos en PDF con apariencia oficial, recibos con firmas, y crean grupos de WhatsApp bajo nombres falsos, como “Familiares de Riveros”. Incluso citan a los damnificados en lugares privados para supuestas entregas de llaves, momento en que se revela la estafa.
Las pérdidas son considerables: hay casos de pagos de $750.000 y otros de hasta $1.800.000, además de cuotas adicionales reclamadas. Lo más alarmante es que los delincuentes solicitan datos sensibles como recibos de sueldo, fotos familiares, documentos de identidad e incluso imágenes de hijos, lo que genera un temor extra por el posible uso indebido de esa información. Según testimonios, esta modalidad se repite desde hace más de una década, con operadores locales que nunca fueron plenamente desarticulados.
El IPV había advertido ya en junio pasado sobre este tipo de fraude y, frente al incremento de casos, radicó denuncias por estafa y falsificación de documentos. “Mira, yo tengo conocimiento en su momento, hace un mes y medio que hice la denuncia, habían como más de 5 familias, hoy veo en los medios que hay más de 50. Esta gente sigue operando con esa promesa y está la fiscalía tomando cartas en el asunto”, explicó Peralta.
La directora del organismo enfatizó el mensaje central: “El IPV no vende carpetas, ¿está bien? La venden las entidades intermedias. Y si hay alguna entidad intermedia vendiendo carpetas, tienen que verificarlo en el IPV si es real o no el convenio con esa entidad. Después, otro tipo de venta de carpetas no existe. El IPV, vuelvo a repetir, no vende carpetas”.
Como mecanismo de prevención, Peralta recomendó desconfiar de cualquier propuesta que exija pagos para sorteos o adjudicaciones y verificar siempre la información en las oficinas oficiales. “Arrimarse a las oficinas del IPV en planta baja y corroborar si es algún gremio que tiene resolución o factibilidad financiera, que es lo que deben tener las entidades intermedias antes de vender una carpeta”, sugirió. Finalmente, invitó a quienes hayan sido víctimas o reciban propuestas sospechosas a acercarse al organismo para denunciar, con el objetivo de frenar a los estafadores que siguen en actividad.