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Quien no conoce a Cora, no conoce Calingasta

Ramona Cora Esquivel, patrimonio viviente de Calingasta.

24 de enero de 2021

Este domingo, el departamento precordillerano del oeste sanjuanino cumplió 155 años de vida, y en ese marco, DIARIO HUARPE le rinde homenaje a una mujer que dio y sigue dando todo por la historia y la cultura de su departamento: Ramona Cora Esquivel, patrimonio viviente de Calingasta.

Ramona Cora Esquivel tiene 88 años y hoy sigue al frente del Centro Regional, Cultural e Histórico que creó hace 70 años.  Su lucidez y memoria, un privilegio; su amor y pasión por su tierra, un ejemplo.

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“Todo lo que hago, lo hago por amor a este suelo. Porque como siempre digo: el pueblo que pierde su historia, su cultura, es un árbol sin raíz”, dijo Ramona Cora Esquivel, Doña Cora, como la conocen en el pueblo calingastino.

Cora tiene la humildad y la simpleza de los grandes. Recuerda cada una de las líneas que la vida talló en la historia de Calingasta. Tiene en su memoria fechas, nombres y ubicaciones de sitios históricos y patrimoniales del departamento que reconstruye, describe y grafica con relatos y fotografías del 1800.

Patrimonio viviente de Calingasta

Ramona Cora Esquivel llegó al mundo en 1932 con la asistencia médica del primer doctor que tuvo el departamento de Calingasta: Don Tomás Rojas.

Nació y se crió al pie del cerro El Calvario, en el Alto Calingasta, en la casa paterna que le pertenecía a sus  bisabuelos.

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Hace unos años Cora presentó un proyecto para que el Municipio de Calingasta declare la casa Monumento Histórico pero como dice Cora "lamentablemente ningún político le interesó".

“Mi sueño es ver esa casa convertida en museo, como monumento histórico del departamento", dijo. "No porque yo haya nacido ahí (risas), sino porque mi bisabuelo, José Ernesto Torres Laciar, fue uno de los hombres que participó en la guerra de Zapa, en la gesta libertadora del General San Martín”.

Hoy, a la casa original solo le queda una habitación en pie; pero, con la memoria intacta de Cora y los archivos históricos de la provincia se podría, al menos, bocetar la casona original para algún día reconstruirla.

“Ojalá que suceda, por la historia y la cultura de Calingasta, por la historia y la cultura de los pueblos de América. Sería un sueño”, dijo Cora.

Sobre la Guerra de Zapa

La Guerra de Zapa se llamó a las instrucciones estratégicas que el general José de San Martín le dio a Casimiro Marcó del Pont, entre 1815 y 1817, durante la preparación del Ejército Libertador de los Andes. El fin de esas instrucciones estratégicas, alarmar a Chile, seducir a las tropas realistas, promover la deserción, figurar los sucesos, desconceptuar a los jefes, infundir temor a los soldados y procurar desconcertar los planes del gobernador realista de Chile,

El encargado de llevar a cabo todas estas acciones fue el patriota chileno Manuel Rodríguez, quien al volver de Mendoza, acompañado de otros patriotas chilenos (entre ellos el bisabuelo de Cora), ejecutaron todas esas acciones y dieron a la formación de guerrillas por toda la zona central de Chile para lograr la insurrección y la desarticulación del Ejército Real de Chile y así dar paso al Cruce de los Andes.

La historia de Cora

Cora hizo el primario en Calingasta en la escuela Nacional 44 (hoy Jorge Nwbery). Una escuela que fue creada por sus tías abuelas: Dominga Lazo de Poblete y Rosario Quiroga.

Luego siguió estudiando en el Colegio El Tránsito, en Trinidad, ciudad de San Juan.

“En aquella época, no todos teníamos la posibilidad de seguir estudiando, porque sí o sí teníamos que viajar 150 kilómetros a la ciudad de San Juan y allí tener parientes dónde quedarse. Yo, por surte, los tenía y lo pude hacer”, acotó.

Cuando llega a la Villa un contingente de turistas buscan a Cora para que los guíe por los sitios históricos y culturales del departamento.

Una vez recibida del secundario, su papá no quería que trabajara como docente porque decía que era muy joven y tenía miedo que anduviese sola por ahí. Así que estudió costura y terminó siendo medalla de oro de su promoción.

“Mi papá me ayudó a armar un taller de alta costura y de eso viví unos años”, relató. “Hice desfiles de moda, participe en las primeras Fiestas del Sol, hice tantas cosas… y todavía sigo haciendo (risas)”.

Todos los que visitan el resto bar se quieren sacar una foto con Cora en su rinconcito: el Centro Regional.

Después de un largo tiempo de vivir en la ciudad de San Juan, Cora volvió a Calingasta y empezó a trabajar como docente en la escuela donde había empezado a educarse.

Fue maestra de nivel inicial, profesora del nivel superior y después pasó a la Escuela Técnica de Capacitación Laboral José González. Enseñó manualidades, costura, historia y cultura popular.

En esos años, también creo el Centro Regional, Cultural e Histórico, que hasta el día de hoy lo sigue manteniendo.

“Una o dos veces por semana invitaba al patio de mi casa a las alumnas y alumnos donde yo trabajaba para que aprendieran algo más de historia, de cultura, de tallar una madera, una piedra; de trabajar el barro, la arcilla. Y como ahora, a nadie le cobré un peso, porque todo lo hice y lo sigo haciendo con amor”.

Su otros grandes amores

Cora se casó con Pancho Toro y tuvo 7 hijos. Pero, por esas cosas de la vida hoy solo quedan vivos tres: Omar, Elena y Angelica.

“Con Pancho pasamos por todas, pero fuimos felices. Estuve casada casi 50 años y gracias a Dios lo pude cuidar hasta sus últimos días. Pancho fue un gran hombre y tuvimos unos muy buenos hijos”, dijo Cora.

De izquierda a derecha: Angelica, Omar, Elena y en el centro Cora.

Junto a Pancho montaron la Fonda Vieja, la pista Pancho Toro, el Centro Cultural y un montón de ideas y proyectos en esa misma sintonía.

Hoy el comedor que se llama "La Morocha" resto bar, lo dirige una de sus hijas, Angélica. Está ubicado frente a la plaza Patricias Sanjuaninas por la calle Aldo Cantoni al 57 oeste. Es decir, en el corazón de Calingasta. Y ahí, en el rincón más importante del salón, Cora sigue compartiendo conocimientos sobre la tierra que la vio nacer.

“Al salón, llegan turistas de todos lados; preparamos comidas típicas de la región; se hacen shows en vivo, eventos sociales, culturales. En fin, aquí estamos de lunes a lunes como hace 70 años, trabajando por la cultura y la historia de esta tierra”, dijo Cora.

4 cortitas y al pie

Pasado vs presente

“Si comparo y tengo que elegir, sin pensarlo me quedo con el pasado”, dijo Cora. “Básicamente porque por aquellos años habían valores humanos que hoy se han perdido.  Del presente me quedo con la tecnología, pero creo que se esta perdiendo un poco la orientación. Es como que se han perdido los estribos y por eso se está cabalgando mal”

La satisfacción

“Me da mucha satisfacción ver que alguien toma y aplica alguno de mis humildes concejos. Para mi eso es todo y no se paga con ningún dinero”.

Agradecimiento

“Agradezco a Dios por la vida que me ha dado”.

El mensaje

“A los políticos y a las nuevas generaciones les pido que trabajen con y por amor a su territorio. Dios nos regaló un edén y lo tenemos que proteger. La Argentina es un edén y Calingasta uno de sus tesoros escondidos”, concluyó.

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