El asesinato de Camila Nicol Vaginay, de 22 años, durante la madrugada del sábado en el Barrio Echeverría, habría tenido como trasfondo un conflicto de vieja data entre bandas que se disputan el control territorial para el narcomenudeo en la zona. Según fuentes policiales, el hecho no fue aislado, sino el desenlace violento de una escalada en las tensiones entre los grupos enfrentados.
La investigación indica que el episodio comenzó con una gresca en el interior del barrio Villa El Salvador. En dicho enfrentamiento, el detenido Juan Carrizo habría atacado con un arma blanca a un miembro de la familia Vaginay, para luego darse a la fuga. Lejos de concluir allí, el conflicto se trasladó al Barrio Echeverría, donde Camila Nicol Vaginay persiguió al sospechoso hasta una vivienda.
Fue en ese lugar donde, según las primeras indagatorias, Juan Carrizo, sin mediar palabra, efectuó un disparo a la joven a la altura de la cabeza, causándole la muerte de manera inmediata. El presunto autor fue aprehendido minutos después en el techo de una casa y el arma homicida fue secuestrada en la escena del crimen.
Aunque se estableció que estos grupos mantuvieron numerosos enfrentamientos en el pasado por el control de la comercialización de estupefacientes, en los últimos tiempos la situación se percibía como calmada. La investigación, a cargo del fiscal Francisco Micheltorena de la UFI Delitos Especiales, con la intervención de diversas brigadas policiales y efectivos de la Comisaría 2ª, se centra ahora en determinar los factores exactos que reactivaron la violencia, culminando en el homicidio de la joven.