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OSSE no le quitará a las uniones vecinales de San Juan la administración del agua
Durante el brevísimo mandato de Mauricio Ibarra en Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE) se había instalado la posibilidad de sacar el control del agua potable a distintas uniones vecinales de San Juan, ya que consideraba que muchas de estas que se han visto superadas por la demanda de usuarios y no han podido cumplir con la prestación del servicio de manera correcta. DIARIO HUARPE consultó sobre la actualidad de esta política llevada a cabo por el exintendente rawsino y en este sentido, teniendo en cuenta que ahora la gestión de OSSE está a cargo del ingeniero José Luis Beltrán, la medida quedó trunca.
El auditor técnico de OSSE, ingeniero Francisco Correa, mencionó que la política de tomar el control de las uniones vecinales quedó truncada. Esto se debe a cuestiones protocolares que imposibilitan al organismo estatal hacerse cargo de las uniones vecinales.
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“En el caso de los traspasos hay que respetar un protocolo. OSSE no puede decir: ‘Tomamos el control de todas las uniones vecinales’”, explicó Correa.
En este sentido, lo que dice el protocolo es que se tiene que aprobar el traspaso por decisión de los vecinos o la comisión de la unión vecinal. Es por eso que la cesión tiene que ser generada por los propios usuarios o la unión vecinal y no desde la repartición estatal, como se propuso en la gestión de Ibarra. Aparte de ese motivo, Correa consideró que no todas las uniones vecinales funcionan mal.
“OSSE no interviene las uniones vecinales, respetamos la jurisdicción de cada una de ellas”, acotó el funcionario.
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En este sentido, hay que destacar que son cerca de 40 uniones vecinales ubicadas en distintos puntos de San Juan que están a cargo del servicio de agua potable de cada zona o barrio.
La relación con las uniones vecinales
Por otro lado, desde OSSE aclararon que la gestión con las uniones vecinales es muy buena, ya que cuentan con una comunicación muy estrecha. Además, se pudo saber que cada vez que una unión vecinal solicitó algún análisis o apoyatura, desde la empresa estatal se le respondió a través de especialistas o prestando la maquinaria necesaria para solucionar el problema puntual.
No obstante, no es todo color de rosas y sí hay algunas uniones vecinales que funcionan mal. Según el relevamiento de OSSE las más complicadas son las que se ubican en los departamentos alejados. En primer lugar, estas uniones vecinales son creadas por las familias que residen en los barrios desde hace años y suelen sucederse familiarmente en los cargos directivos, lo que provoca un sentimiento de arraigo en las comunidades que tanto han trabajado por los vecindarios. De la misma manera, hay casos en los que los presidentes de estas entidades se utilizan con fines políticos y como trampolín, ya que se terminan postulando a cargos políticos.
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Estas dos causas generan que las uniones vecinales de los departamentos alejados suelan ser las más complicadas. Sin embargo, desde OSSE, remarcaron que cada unión vecinal tiene su jurisdicción y a pesar de que se realizan controles rutinarios, las cuestiones puntales recaen sobre sus comisiones.
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Sobre estas cuestiones, se mencionó que las mismas tienen que ser las encargadas de generar una buena comunicación entre la repartición y los usuarios para que la empresa del Estado pueda brindarles el apoyo. Las uniones vecinales se hicieron cargo del servicio de agua potable para representar a los vecinos a través de la comisión. La comisión es la que tiene que informar el problema y a partir de ahí OSSE intentará resolver el problema con los recursos que cuente en ese momento.
En el caso de las uniones vecinales que no cumplen con el compromiso del servicio es un problema propio y no de OSSE, ya que la repartición brinda apoyo a estas en todo lo que solicitan.