El protocolo que se usa en San Juan para abordar la salud mental

La Red de Abordaje Intersectorial de Emergentes en Salud Mental de San Juan es una mesa de diálogo que nació en septiembre del año 2022. La misma surgió tras la drástica decisión que tomó una adolescente en el Centro Cívico, sumado a una serie de episodios similares que se fueron registrando en distintos ámbitos. En esta oportunidad, una de las profesionales que trabajó en la elaboración del protocolo general de intervención ante emergentes en salud mental, compartió los detalles a DIARIO HUARPE.

Según el testimonio de Laura Martínez, integrante de la Red de Abordaje que convocó el Gobierno, el protocolo se creó para abordar diversas problemáticas emergentes. El objetivo es evitar la sobrecarga del sector salud y derivar a otros sectores con profesionales capacitados. Por esta razón se ha establecido un flujo de intervención según la gravedad de la situación, y se han identificado las crisis de ansiedad como uno de los principales motivos de consulta.

“Estamos terminando lo que se llama un instrumento de valoración y derivación que es lo que va a formalizar y hacer más prolijo el traspaso a través de toda la red y de los sectores. Una persona ingresa a través del municipio, de educación, del sector que sea, es recibida por el profe del colegio, la preceptora, el portero, por alguien que trabaja en un comedor comunitario y detecta una problemática que dé respuesta  y a veces ese mismo primer actor no convencional, así lo denominamos nosotros, ya da respuesta”, explicó la profesional.

Este es el flujo que se sigue para derivar las problemáticas de la salud mental. Imagen de gentileza.

Por este motivo están trabajando en fortalecer los recursos de ese primer sector interviniente porque la persona a veces lo que necesita es saber que hay otro que está ahí para escucharlo y acompañarlo. “Esa primera respuesta es muy valorable, es muy importante, pero a veces no alcanza. Cuando eso sucede, en lugar de hacer la derivación directa al sector salud, hoy se intenta que cada sector aborde la ayuda con sus equipos técnicos que están integrados por psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, psicopedagogos, acompañantes terapéuticos para que hagan una valoración”, agregó.

Con estas pautas a seguir, los profesionales resuelven con sus herramientas si la persona es derivada o no a Salud Pública. Si eso no es suficiente, el segundo paso lo resuelve el equipo técnico del sector, donde a través de algunas entrevistas, valorará si es necesario ser abordado, con las herramientas que tiene, y siguiendo un instrumento de derivación formal al sector salud.

Así es el “triage” de colores para derivar a las personas con problemáticas

• En rojo son las urgencias absolutas: si sale determinado ese perfil, la persona afectada directamente tiene que ir a las guardias de los hospitales, es urgente y la derivación se hace directamente, se puede llamar al 107 o a la movilidad del sector, para que sea trasladado de manera inmediata a una guardia de hospital de la provincia que cuenta con dos hospitales de tercer nivel, y los demás hospitales de segundo nivel, que son los hospitales departamentales.
• En caso de que salga un naranja, que es un moderado 2, corresponde también la intervención al sector salud, pero no con la urgencia de un rojo. Por lo tanto, el mismo sistema de este instrumento, le va a definir a la persona que hizo la valoración, a qué área, según la zona donde vive la persona, y los centros de salud que están disponibles en ese departamento.
• Si es amarillo, que es un moderado 1, el abordaje lo hace el mismo sector donde habitualmente se desempeña la persona.
• Si es un verde, directamente puede seguir siendo abordado por los actores no convencionales, que son la primera línea de acción, los profes de educación física, la seño, los porteros, la preceptora, los sacerdotes, otros pastores, según el culto. Es decir, las primeras líneas de acción.

Características de los casos más graves

Según las palabras de Martínez, en rojo o lo absolutamente urgente, se valoran situaciones de desorganización psíquica importante o de riesgo para la vida de la persona o de un tercero. Esto tiene que ver con un intento de suicidio, una crisis psicótica desorganizada donde la persona puede autolesionarse o lesionar a otro, una excitación psicomotriz, una inhibición psicomotriz que la persona no reacciona, intervenciones que el profesional que valora lo puede definir claramente porque son especialistas, pero que ponen en riesgo la vida de la persona o de un tercero.

La profesional Laura Martínez explicó el protocolo para abordar la salud mental. IMAGEN DIARIO HUARPE.

Las naranjas, que son las que les corresponden al sector salud, son las que implican un abordaje específico de un especialista en salud mental. “Algunos trastornos de alimentación, problemas de adicciones, problemáticas en niños, con mayor nivel de severidad. Es muy importante no perder el contacto con la seño, el preceptor, o el equipo técnico que lo derivó”, exclamó la profesional.