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Política > Transición política

La incógnita en Iglesia: cuál es la deuda que arrastra el municipio

Marinero dice que su gestión debe 15 millones. Quien se hará cargo en diciembre, Jorge Espejo, cuenta con información de que es más del doble.  

POR REDACCIÓN

01 de julio de 2019

Jorge Espejo todavía no sabe con qué municipio se va a encontrar cuando asuma como intendente, el 10 de diciembre. La información que tiene indica que sólo la deuda con los proveedores asciende a más de $40 millones. El actual jefe comunal, Marcelo Marinero, quien perdió la reelección y deja un mar de dudas en las cuentas, negó que el monto sea tan abultado y aseguró que el pasivo es de 15 millones.

La deuda es clave para lo que viene. Marinero se está yendo y los acreedores desfilan apurados por el municipio para cobrar. En las filas de Espejo saben que lo que no pague su antecesor, se convertirá en un dolor de cabeza y condicionará las acciones de Gobierno.

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Por la información que ha ido cosechando a cuenta gotas, el ganador de las elecciones del 2 de junio calcula que el monto impago a prestadores y proveedores es de unos $40 millones. A eso hay que sumarle la demora en el pago a los 1.500 contratados que tiene Marinero.

El actual jefe comunal aseguró que las obligaciones sin cubrir son de $15 millones, es decir menos de la mitad de lo que sostiene Espejo. “Estamos achicando el gasto todo lo que podemos y vamos a pagar la mayor parte”, le dijo Marinero a este diario.

La diferencia es abismal. Son $25 millones que no pueden quedar en el aire y que, por ejemplo, servirían para hacer un barrio de 25 casas y pavimentar 1,5 kilómetros de calles.

Desde la campaña, Espejo viene diciendo que ordenará una auditoría para conocer a ciencia cierta el estado del municipio y sus cuentas. Ahí espera conocer el pasivo exacto.

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Marinero lidera una administración sumamente cuestionada que fue epicentro de una virulenta campaña electoral. El intendente contó con la extraordinaria ayuda de las regalías mineras, pero las destinó mayoritariamente a gasto corriente, como contratos y ayudas económicas, sin priorizar obras que traigan desarrollo y crecimiento para cuando la minería no esté.

Ahora, paga las consecuencias y se las hará pagar a su sucesor. Su gestión estuvo a punto de recortar a la mitad los haberes de los contratados y la plata no le alcanza para los gastos municipales. Dice que “estamos achicando en movilidades, en combustible, en apoyos económicos a instituciones y todo lo que podamos”.

A pesar de los millones de pesos en regalías, Marinero viene de pedirle un auxilio económico a la provincia para sueldos. Afirmó que no lo volverá a hacer y que “con lo que ahorremos, vamos a dejar todo prácticamente al día”.

Como ningún otro municipio, desde 2006, Iglesia ha recibido más recursos de regalías que coparticipación. En lo que va de este año, por le recaudación de impuestos le quedaron más de $85 millones y la minería le reportó 115 millones y lo mismo, sigue estancado y sus habitantes obligados a depender del jefe político de turno. 

Iglesia es uno de los distritos como menos población, pero tiene un ejército de contratados que dieron los Marinero, Marcelo y su hermano Mauro, que gobernó entre 2007 y 2015, como fórmula sistemática para ganar elecciones. Espejo avisó que al principio los sostendrá y que buscará generar posibilidades en el sector privado para ir bajando la cantidad.                                          

La mayoría de los contratos son de 3 mil pesos y algunos llegan hasta 8 mil pesos. Si se calculan sobre el monto mínimo, Espejo recibirá una administración que de movida debe pagar, al menos, $54 millones al año en ese rubro.

 

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