Departamentales > Este 28 de agosto
Los vecinos de un departamento de San Juan se unieron para celebrar el Día de San Agustín
Desde la municipalidad dieron a conocer una oración para que los vecinos reciten.
POR REDACCIÓN
Los vecinos del departamento Valle Fértil se unieron en la jornada de este domingo 28 de agosto para celebrar el Día de San Agustín.
Fue en las primeras horas de la mañana cuando se reunieron para honrar a este santo que le dio nombre a la ciudad cabecera del departamento. La misma, fue fundada el 4 de abril de 1776 por Pedro Pablo de Quiroga.
Debido a este día, desde el municipio compartieron con los vecinos una oración.
"San Agustín, Padre de la Iglesia, Patrono de nuestra comunidad, tu buscaste con pasión, a lo largo de tu vida la verdad. Te pedimos que nos guíes en el camino de nuestras vidas a buscar la única verdad, que sacia, que cura nuestro deseo de eternidad.
Ayúdanos a convertir nuestro corazón, como tú lo hiciste y atrae a este pueblo bendito de Valle Fértil, que te honra como protector y padre, hacia la verdad de Jesucristo, muerto y resucitado para nuestra salvación.
Concédenos ser testigo alegres de la Misericordia del Padre y condúcenos a las profundidades de la Trinidad. Amen", dice la oración que compartieron.
Quién fue San Agustín
San Agustín de Hipona nació el 13 de noviembre del año 354 en la ciudad de Tagaste, ubicada al norte de África. Sus padres fueron Patricio Aurelio, ciudadano romano, y Mónica, mujer cristiana que alcanzaría la santidad por su abnegación y perseverancia, rezando y luchando por la conversión de su esposo y su hijo, Agustín.
En su juventud, Agustín se entregó a una vida libertina. Convivió con una mujer durante catorce años, con la que tuvo un hijo de nombre Adeodato, quien murió muy joven.
En el año 387, Agustín fue bautizado junto a su hijo. Siempre consideró que su conversión fue tardía y que desperdició gran parte de su vida buscando lo más grande en cosas que son pura apariencia. La muerte de su madre, Santa Mónica, ese mismo año, lo entristeció profundamente.
Agustín había tomado conciencia de todo el amor y empeño que había puesto su madre en que él cambiase de vida y reciba a Cristo. Esta dura experiencia lo marcó para el resto de su vida. Desde ahí, el santo se propuso llevar una vida de meditación y oración. Sin embargo, un día fue interpelado por el obispo Valerio, quien ya había recibido noticias sobre su conversión. El mismo le dijo que necesitaba con urgencia un sacerdote que lo asistiera en su encargo pastoral. Aunque la idea no le agradó inicialmente, Agustín tomó aquel cuestionamiento como un llamado del Señor.
Así, después del tiempo y la preparación indicada, lo ordenan sacerdote y, cinco años después, obispo. Gobernó la diócesis de Hipona por 34 años.
Finalmente, en agosto de 430 se enfermó y el día 28 de aquel mes falleció. Su cuerpo fue enterrado inicialmente en Hipona, pero luego fue trasladado a Pavia, en Italia.