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Provinciales > A prestar atención

No hay fuego sin una mano humana: la responsabilidad de la gente en los incendios

Tras los grandes focos de incendios que tuvieron lugar el pasado miércoles, DIARIO HUARPE habló con dos especialistas que explicaron el fenómeno. 

08 de julio de 2022

El pasado miércoles fue un día negro para San Juan, ya que hubo 24 focos de incendios en cuestión de horas. Pero los más graves azotaron al Parque Presidente Sarmiento, en Zonda, y a una porción muy grande de terreno, de alrededor de tres kilómetros de largo, en Pocito. El viento Zonda aquella fecha sopló a una intensidad de 70 kilómetros por hora y hubo quieres culpaban a este fenómeno meteorológico por haber iniciado las llamas. Sin embargo, el rol del Zonda en estos casos no es el que se piensa popularmente y, en casi todos, (por no decir todos) los incendios tienen origen humano. DIARIO HUARPE habló con varios especialistas de la provincia sobre este tema.

Los incendios preocupan a los sanjuaninos y no es para menos. El pasado miércoles se quemaron 550 hectáreas de 750 de un área protegida de la provincia: el Parque Presidente Sarmiento. Allí murieron animales y otros más se quemaron gravemente. También se incendió una superficie muy amplia en Carpintería, Pocito, que terminó con la destrucción de casas y de propiedades de los vecinos. El resto de los lugares que más sufrieron el fuego fueron Rawson y 9 de Julio. ¿Qué tienen en común todos estos sitios? La cantidad de vegetación.

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Las llamas en Carpintería, Pocito. Foto: Diario Huarpe.

Germán Babelis, docente de la cátedra de Control y Manejo de Suelos de la carrera de Agronomía e investigador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), explicó a DIARIO HUARPE que, para que un terreno se queme, es necesario que tenga gran cantidad de vegetación, ya sea pasturas, cañaverales o árboles. Esto, sumado a la sequía y a la sequedad de la flora, es suelo fértil para las llamas. El sanjuanino dijo que la cantidad de pasturas y la posibilidad de incendio son factores proporcionales.

A pesar de que las condiciones naturales son totalmente propicias para que el fuego se propague, es necesario que haya, al menos, una acción humana que lo inicie. Babelis contó que es prácticamente imposible que un terreno se incendie naturalmente.

“Casi siempre las razones del fuego son por negligencia o intencionalidad humana”, sostuvo.

Se habla de negligencia cuando el ser humano no prestó atención necesaria al cumplimiento de sus obligaciones. Diferente es cuando intencional, porque hay una decisión deliberada en ocasionar el fuego.

Babelis planteó que hay diferentes formas de ser negligente cuando hay fuego de por medio. Por ejemplo, brasas de asado mal apagadas o el famoso “efecto lupa” que sucede cuando la parte inferior de una botella se encuentra expuesta al sol, lo cual produce una concentración de calor en un punto particular, necesaria en para generar un incendio.

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El fuego arrasó con 550 hectáreas del Parque. Foto: Diario Huarpe.

La acción negligente más típica en la provincia es la intención de desmalezar un terreno a través del fuego que, con una breve brisa de viento, se enciende y se esparce por todo el lugar.

Esta situación es la que, probablemente, haya ocurrido en Pocito y en el Parque Presidente Sarmiento. Según fuentes de bomberos de San Juan, no hay elementos que prueben que haya habido una falla eléctrica o algún otro tipo, cuestión ajena a la gente que produjera el fuego. “Necesariamente, tiene que haber una acción humana”, dijo el jefe de Bomberos de la Policía de San Juan.

El viento Zonda que sopló el miércoles fue partícipe necesario para que el fuego se esparció por cientos de hectáreas. Babelis indicó que es imposible que este fenómeno natural los inicie por sí mismo.

“El viento lo que hace es avivar el fuego y dispersarlo, pero no lo produce”, aseguró.

Lo que sí sucede es que si hay una mínima acción humana que les dé el puntapié a las llamas, el Zonda puede llegar a ser letal con respecto a los focos de incendio.

El fuego en una palmera, en Pocito. Foto: Diario Huarpe.

Heredia, por su parte, dijo que la mayoría de los incendios que apagan desde bomberos tienen de por medio una acción humana.

“Es muy difícil determinar si un fuego fue intencional o no, pero sí podemos saber que hubo participación humana”, comentó Heredia.

Finalmente, lo que sucede en algunos puntos de San Juan no tienen una sola causa. Babelis dijo que hay un “trípode del fuego”. Para el sanjuanino, para que un incendio arranque es insuficiente una razón, si no que deben conjugarse tres causas: el clima, el suelo y la acción humana. Este “trípode” funciona correlacionalmente, de acuerdo a lo que relató.

Una zona con alto riesgo de incendio es aquella que tiene un clima lo suficientemente húmedo como para que alimente el crecimiento de las plantas, pero que a la vez tenga una temporada seca que anime el incendio. Esa causa, en conjunto con una acción humana que inicie las llamas, acrecienta la probabilidad de que se generen los incendios.

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