Sequía en San Juan: sin otra nevada, el año será como el 2021 – 2022

La ilusión de un buen año hídrico se desvanece lentamente para San Juan. A dos meses del cierre del ciclo y en la recta final de la temporada de nevadas, en la cordillera hay muy poca acumulación, como muestran las estaciones meteorológicas y las imágenes satelitales.

Hidráulica se prepara para, el próximo 1 de octubre, empezar otro año extraordinariamente seco. Incluso lo comparan con lo que fue la peor temporada de toda la historia de mediciones en la provincia, el 2021 – 2022.

Hay dos formas de medir que usan los técnicos. Por un lado, las estaciones meteorológicas ubicada en valles cordilleranos. De las siete que hay instaladas, solo en dos registran nieve acumulada hasta el 8 de agosto: Teatinos con 30 centímetros y Calderón 20 centímetros.

Los datos semanales de acumulación de nieve muestran muy pocas reservas.

Estos datos son los que toman desde Hidráulica para hacer el pronóstico y este año, por primera vez, han estado informándolos semana a semana a la población. Con este dato y la densidad de la nieve, medida que toman en septiembre, se calculan cuántos hectómetros cúbicos hay para la temporada.

Además de ese dato, los técnicos miran constantemente la cobertura que hay en cordillera. Esto quiere decir, cuánta superficie desde los satélites se ve cubierta de blanco. El panorama es preocupante: hay pocas zonas con nevadas en el sur y si bien este 8 de agosto se vio en la cuenca de Jáchal más zonas donde llegó el temporal, es la primera vez en el año que se cubre y es probable que se evapore o sublime.

Comparación de imágenes de cómo cerró la primera semana de agosto en los últimos 3 años. Imagen WorldView NASA.

Guadalupe López, directora de Hidráulica, aseguró que el valor final lo sabrán después, pero hasta ahora con lo que hay en cordillera estarían cerca de los 550 hectómetros cúbicos. Este valor es casi idéntico a lo que llegó de derrame en 2021-2022 y es el equivalente a poco más de un embalse como Los Caracoles llenos. Por lo tanto, si no nieva pronto, San Juan se enfrenta a un escenario similar al que sufrió ese año, cuando todo el sistema quedó al límite.

Llegar a la crisis con los embalses en negativo

La temporada 2022 – 2023, que termina el próximo 30 de septiembre, deja un contexto mejor de cara a lo que se viene si no nieva, pero todavía en situación de crisis. Después de que el ciclo anterior terminara con un derrame de 449 hm3 y los tres embalses por debajo del límite de seguridad, las nevadas del invierno pasado mejoraron la situación.

Según cálculos que el Departamento de Hidráulica comunicó a los regantes, el único sector que decide de forma directa sobre el uso del agua, la última temporada fue la única de las últimas tres en las que lograron no gastar más de lo que trajo el río San Juan. Esto fue gracias a la corta realizada desde abril hasta el próximo 13 de agosto, ya que el 14 volverán a regar, confirmó la directora.

En la temporada de verano llegaron casi 600 hm3 al sistema de embalses y 586 hm3 se utilizaron para el riego agrícola y otros 71 hm3 para uso humano. Pero luego dejaron de sacar agua y durante los últimos meses el nivel se levantó y pudieron guardar 267 hm3.

A pesar de esto, el nivel sigue estando 182 hm3 por debajo del nivel mínimo recomendado en los embalses. Solo alcanzaron a sacarlos de la situación de peligro en la que habían quedado luego de que, en la temporada más seca de la historia, tuviera que técnicamente vaciar Los Caracoles y dejar al mínimo operable Punta Negra y Ullum.

Para lograr estos niveles hubo discusiones entre regantes y las autoridades durante las últimas dos temporadas, ya que cada día que se almacenó no hubo agua en los canales. Incluso, durante marzo y abril, algunos sectores habían pedido empezar la corta de otoño e invierno mucho después y se otorgó otra semana más de riego que no estaba prevista.

Guadalupe López defendió el cronograma que finalmente quedó y aseguró que “sin esos días hoy estaríamos en una situación mucho más difícil, porque durante el invierno llegó agua, pero siempre por debajo de lo que se usa en un día para regar. Además, no tendríamos con qué empezar a regar en el próximo ciclo.

Las nevadas de 2022 fueron también clave. El ciclo 2021 empezó luego de dos años que venían en baja y los acuíferos de montaña estaban en un nivel de mediano a bajo. Luego, durante ese año, estas reservas naturales aportaron agua al río, pero quedaron en una situación crítica. Esta temporada no tendrá este desafío, porque durante el año pasado estos niveles se recuperaron.

Aun así, el mejor escenario que se puede esperar es un año moderado a bajo y la esperanza de que termine ya la peor década hídrica de la historia de San Juan está lejos.