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Buscar igualdad en el deporte desde adentro: el básquet femenino en San Juan
Dos jóvenes que iniciaron una ola de reclamos hablaron con DIARIO HUARPE y comentaron las situaciones que les toca vivir.
Esta semana, se viralizó en redes sociales un reclamo colectivo de un grupo de jugadoras de básquet femenino que plantean que existe desigualdad en el deporte junto con la sensación de “ser invisibles” en su entorno deportivo. DIARIO HUARPE habló con dos de las protagonistas de la protesta, Agustina Sancho y Priscila Ferreyra. Ambas detallaron la interna del básquet femenino en San Juan que, según denuncian, es muy desigual entre hombres y mujeres.
Agustina Sancho es jugadora de básquet desde sus 13 años. Hoy, con 30, además de jugar también es entrenadora de un equipo de basquetbolistas varones que tienen su edad o más. Tras vivir una situación con un arbitraje, estalló y lo publicó por su cuenta de Facebook.
En la publicación, Agustina contó que el equipo al cual entrena juega actualmente un pentagonal para ascender a lo más alto del básquet en San Juan. Durante el último encuentro, ella realizó reclamos a los árbitros por cuestiones que le parecían injustas. En vez de escucharla como debe ser, los dirigentes le dieron vuelta la cara. “Al entrenador del otro equipo lo escuchaban y le respondían, a mí, me ignoraban aunque el estadio estuviera mudo”, contó. Al reclamarles, lo único que obtuvo de parte de ellos fue destrato e indiferencia, contó.
El posteo de Agustina lo único que hizo fue despertar más respuestas e historias del mismo calibre. Priscila Ferreyra, quien comenzó su carrera de jugadora hace unos años y es compañera de equipo de Sancho, comentó en su cuenta una situación parecida. Esta experiencia, en cambio, es como jugadora. La joven de 25 años explicó que, mientras estaba jugando, la sancionaron por una falta técnica sin previo aviso. Esto a ella le pareció injusto, ya que no había tenido ninguna conducta perjudicial para el juego.
Los reclamos de ambas deportistas destaparon diferentes cuestiones de desigualdad y destrato dentro del básquet femenino. Según aseguraron, cuando ellas arrancaron en el deporte, hace aproximadamente unos 12 años, jugar al básquet siendo mujeres era muy complicado ya que no había una organización que las nuclee o las represente. Ni siquiera había clubes que ofreciera el deporte en modalidad femenino.
Tampoco tenían uniformes propios, ni horarios y divisiones para el básquet femenino. Estas cuestiones fueron mejorando con los años y hoy en día hay árbitros mujeres, entrenadoras y, por ley, los clubes de San Juan deben tener al menos una división para mujeres.
Sin embargo, las leyes no se cumplen a rajatabla. Conforme indicaron, aún hay clubes en los que el básquet femenino no existe.
Priscila contó que los árbitros muchas veces no quieren dirigir el básquet femenino porque no lo ven importante y que hay ocasiones en las cuales los réferis las dejan plantadas para asistir a los partidos masculinos.
“Los árbitros son tipos de 40 o 50 años de la vieja escuela, que están criados en entornos machistas del deporte, y que creen que el básquet femenino no es importante” advirtió la joven.
Sancho explicó que los actos machistas no solo se dan entre los altos mandos del deporte. Cuando ella empezó a entrenar a su grupo, que forman parte de la Unión Vecinal del Barrio Aramburu, tuvo que empezar un proceso de deconstrucción muy grande para con los jugadores.
“Obviamente ellos, todos hombres de mi misma edad y hasta más grandes que yo, tenían actitudes machistas. Yo seguí igual y juntos iniciamos un camino de deconstrucción permanente”, explicó.
Ambas coincidieron que su objetivo con este reclamo no es el de generar un escándalo en el mundo del básquet, sino empezar a gestar un contexto más amable e igualitario para las mujeres que juegan el deporte. “Yo no quiero que retraten mi ‘calvario’, sino visibilizar lo que las basquetbolistas sanjuaninas pasamos día a día”, cerró Agustina.