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El comercio sanjuanino destina un horario para las personas con autismo
Ya se comenzó a implementar la ordenanza municipal que les permite ir al comercio sanjuanino sin miedos.
POR REDACCIÓN
El Concejo Deliberante de la Capital aprobó la ordenanza “Un ratito de silencio”. Este proyecto tiene por objetivo que los comercios de la Ciudad destinen un momento del día a permitir que las personas con autismo puedan ingresar a los diferentes locales. Para ellos es necesario generar un ambiente seguro con la menor cantidad de ruido e iluminación posible. Los requerimientos serán cumplidos por los comercios que deseen adherirse a la iniciativa de manera voluntaria y dispondrán de los días y horarios.
En diálogo para DIARIO HUARPE, Érica Godoy, presidenta de la Asociación Autismo en San Juan contó que participaron de las diferentes sesiones y que están muy contentos por haberles permitido estar y ser escuchados. “Es muy difícil llevar a nuestros hijos a lugares muy concurridos y esto nos permite avanzar mucho en la inclusión”.
Desde los comercios sanjuaninos se comenzó a trabajar en un ambiente más amigable para las personas con este trastorno. Para eso, las grandes cadenas de supermercados apagaran algunas luces, no habrá música y no será usado el alto parlante, como así también se le advertirá a todo el que ingrese al lugar de qué se trata y se le pedirá colaboración con la causa. En comercios más pequeños la situación será similar y al tratarse de espacios más pequeños se reducirá el ingreso de personas en los horarios designados.
Las personas con autismo son conocidas por presentar una hipersensibilidad auditiva y visual, por lo que exceso de luces y música en volúmenes altos o estruendos genera situaciones complejas. Esto, según explicó Érica, provoca que la persona se “desregule” y entre en crisis, generando molestias en las personas que se encuentran alrededor y no entienden lo que sucede.
Todas estas situaciones fueron motivos suficientes para que muchos de los padres de chicos con autismo eviten las salidas a determinados lugares. “Cuando íbamos a algún comercio con nuestros hijos, si se presentaba alguna crisis, debíamos soportar las miradas acusatorias de la sociedad. Sin conocer un diagnóstico nos juzgaban como padres por el comportamiento de los chicos”, recalcó Godoy.
Desde la Asociación esperan que muchos comercios tomen el compromiso y de esta manera trabajar en una sociedad más inclusiva. Están emocionados con los avances que se hicieron en los últimos tiempos en pos de la salud de las personas con TEA.