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FÚTBOL... la pelota fuera del “Juego”

“El fútbol” es un fenómeno y entusiasmo de masa, fenómeno que masifica y entusiasmo que enajena.

Es uno de los objetos, fuertes, con que el Sistema de Convivencia - poder económico, poder político e Imaginario Social - provoca la De-Subjetualidad, de los Individuos.

Objeto del poder, en la destrucción del Sujeto del Sentido.

Desde el Imaginario Social, los individuos contribuyen en la vulneración de su Subjetividad.  

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El Sistema de Convivencia provoca la perturbación y debilitamiento de la construcción de la Identidad como Sujeto Social de los Individuos. Y esta perturbación es vivida inconscientemente, por estos, como “un vacío existencial”. Y es así porque corresponde a la existencia vacía inherente al capitalismo.

Y es inconscientemente procurado, por los mismos Individuos, salvar ese vacío, salir de ese estado de ausencia. Digo: vivida inconscientemente y procurado inconscientemente, porque los Individuos fueron puestos en la enajenación y desde ahí se mueven. Entonces: el movimiento es ficticio, es una ilusión, no hay tal movimiento.

Como un ejemplo inmediato: hombres y mujeres más o menos jóvenes que se exhiben con la camiseta de un club de futbol o con una camiseta que lleva el nombre de un jugador famoso, escrito en la espalda. “Ellos son ese jugador”. 

Que seguramente ni conocen personalmente. 

Así: “Ellos tienen pertenencia”. 

Ellos pertenecen a ese club cuya camiseta visten. Eso es la simulación de la identidad. Por un vacío de Identidad. Por una perturbación de la Identidad en el proceso de debilitación de la Subjetividad.

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La Identidad es una construcción, es un trabajo del Sujeto.

Esto sucede en una gran mayoría de hombres y mujeres, jóvenes y adultos. Actitudes que no se relacionan con el juego. Aun, simulan un juego, pero es una necesidad inconsciente de reconocimiento. 

No tienen relación con el concepto de juego, que sería muy bueno y saludable que lo tuviesen.

Por eso excluyo a los niños, que, si tienen todavía, una actitud de juego, los adultos la perdemos.
Juego: es la única acción del ser humano, sin un fin.

Individuos que hablan casi todo el tiempo de fútbol, que referencian sus explicaciones con acciones futbolísticas, que se visten con camisetas de los equipos, van a sus trabajos, a la escuela o a la Universidad con esas camisetas de clubes de fútbol.

Más, aún, cargan, en el pecho, un cartel con el nombre del equipo donde “simulan” su pertenencia y del negocio que sostiene económicamente al club. 
El fútbol y la pertenencia a un equipo, es tema de conversación excluyente. Lo asocian a “la felicidad”.

Eso es una manifestación de la necesidad de procurarse un rasgo de identidad social, de reconocimiento, inclusive, dicen: “soy de.......”, “yo soy de tal o de cuál.......”, procurando inclusión, procurándose un “lugar”, que no es un lugar físico sino una situación de referencia social, que les simule satisfacer frustraciones que tienen en alguno de los Sujetos que interceptados constituyen el Sujeto Social, estos son: El Sujeto Deseante, El Sujeto Cognoscente y el Sujeto Productivo. O en todos. 

Esto es del orden del dogma religioso, esa verdad revelada, de afuera, exterior al hombre, que se contrapone a la Razón, a la crítica. 
Razón como principio explicativo de la realidad de los Sujetos Sociales.

Dogma: es la completa sumisión sin examen personal a las representaciones que al individuo le impone el poder.

La perturbación, la confusión de la “trama social”, tiene su génesis en el sometimiento de la Razón, por la invasión del territorio público con el dogma.

En el territorio público donde se debe vigorizar la Razón, el poder político y el poder económico la someten, y el imaginario social le da consentimiento. 

Los individuos son dispuestos a la siembra de convocatorias al sometimiento, se disponen y se someten.

Se convierten en constructores de un velo que vela la evidencia, si no hay evidencia no hay verdad.

La cotidianeidad de los individuos es invadida por el futbol. 

El poder le construye una ambientación similar a la invasión de lo público por el dogma religioso. Es menos dañino para el proceso de humanización, pero fuertemente enajenante.

Ejemplo: “Futbol para todos”, es necesario para el poder político. 

“LSD para todos”, para cooptarlos en lo necesario.

“Pantallas para todos”

El papa bendice y habla de torneo solidario.

Y cada domingo miles de pobres simulan un estado de bien-estar, mirando como veintidós millonarios corren detrás de la pelota.

Es obsceno y es explicable en el dominio del capitalismo, que en países con gente que duerme en las calles, con la salud pública insuficiente, precaria, con la educación pública deteriorada y solo simulada para las estadísticas del poder político, con millones de hombres y mujeres desocupados, haya “jugadores” de fútbol que cobren “salarios” millonarios.

Es obsceno y es explicable en el dominio del capitalismo.

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