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Juicio a Daniela Saldivar: el duro relato de la madre del bebé que murió en un parto
Comenzó el juicio contra la obstetra Daniela Saldivar, acusada de homicidio culposo por la muerte del recién nacido Lorenzo Narváez Barrionuevo en 2021. Su madre, Nadia Barrionuevo, brindó un estremecedor testimonio sobre las maniobras realizadas durante el parto en el Hospital Rawson.
POR REDACCIÓN
Con el reclamo de la familia y el apoyo de un sector del personal de salud en Tribunales, inició en San Juan el juicio contra la médica obstetra Daniela Saldivar, acusada de homicidio culposo por el fallecimiento de Lorenzo, el primer hijo de Nadia Ailín Barrionuevo, ocurrido en julio de 2021. Cuatro años después, la familia exige una respuesta judicial ante lo que consideran un caso de mala praxis.
Este viernes, Nadia fue la primera en testificar ante el juez Alberto Caballero y el equipo fiscal. Luego, en una entrevista radial, relató en detalle lo que vivió durante las casi 24 horas previas al parto.
Según su testimonio, ingresó a la maternidad del Hospital Rawson para una inducción a las 41 semanas con un embarazo controlado y un bebé sano. Sin embargo, la dilatación se estancó y la internación se prolongó, hasta que quedó bajo la atención de la doctora Saldivar.
Nadia dijo que el cansancio, el dolor y la falta de avances derivaron en la aplicación de analgesia. A partir de ahí, comenzó una serie de insistencias para acelerar el nacimiento. Contó que le pidieron pujar en distintas posiciones, incluso parada junto a la camilla, apoyando un pie en una escalera, y luego caminar unos metros a pesar del dolor extremo.
La situación más grave, aseguró, ocurrió en la sala de parto. “La doctora empezó a ejercer presión sobre mi abdomen con su antebrazo. Después pidió a dos enfermeras más que la ayudaran y se subieran también. Eran tres personas arriba de mi vientre haciéndome una presión que me dejaba sin aire. Yo pedía que pararan porque no podía respirar”, relató.
Según su versión, la falta de progresos y la ausencia de una cesárea se explicaron con la supuesta falta de disponibilidad en el sector público. “Me dijeron que en el hospital público no era una elección, que había muchas demandas y que la cesárea estaba limitada”, afirmó la madre.
El parto ocurrió luego de un proceso que se extendió casi un día completo. Nadia recordó que la sala quedó en silencio cuando nació su hijo. “Lo levantan y se lo llevan morado. Iba sin vida. Se había asfixiado por el parto prolongado”, expresó.
23 días de lucha y un hematoma que abrió más dudas
Lorenzo fue reanimado y estabilizado, pero había sufrido daño neurológico severo por la falta de oxígeno. Dos días después, debió ser operado por un hematoma en el hígado. Sobre este punto, la madre señaló que los profesionales no coincidían en su causa: mientras la obstetra habría atribuido el daño a la reanimación, desde Neonatología señalaron que se debía a “la violencia ejercida durante el parto”.
Nadia explicó que esa falta de respuestas aumentó su angustia: “Si ellos como profesionales no saben explicarme qué le pasó a mi bebé que venía tan sano, algo está mal”.
El pequeño fue operado dos veces y permaneció en coma hasta que falleció a los 23 días de vida. La autopsia determinó una falla multiorgánica.
El reclamo de justicia
La Fiscalía intenta comprobar que hubo negligencia al no ordenar una cesárea a tiempo y por el uso de la maniobra de Kristeller, una práctica desaconsejada en protocolos internacionales por su riesgo para la madre y el bebé.
Para la familia, la responsabilidad recae en quien dirigió el parto. “Ella estaba a cargo y mandaba. Por eso es responsable de todo lo ocurrido”, planteó Nadia.
Hoy, con 34 años, la madre sostiene su lucha buscando una respuesta que aún no llega: “Saco fuerza por mi hijo para que se sepa la verdad y se haga justicia. Nunca hubo una explicación clara. Eso es lo que busco: que alguien me diga qué fue lo que sucedió”.