La iglesiana que pasó dos años presa por ser acusada de la muerte su amante, fue desligada del caso

La iglesiana Glenda Aciar había sido condenada por quemar y matar a su amante y por ello pasó dos años presa, sin embargo, ahora fue declarada absuelta en la causa, ya que en realidad se comprobó que fue víctima de su pareja Luis Montaño, quien en la noche del 23 de mayo de 2020 en Rodeo, Iglesia, quemó y mató a golpes al amante de la mujer y la obligó a presenciar el hecho y callarse. El tribunal a cargo hoy del caso sentenció el sobreseimiento total y definitivo a favor de ella.

Luego de dos años del asesinato de Raúl Darío Quiroga, apodado como "el Merluza”, el juez Martín Peñafort, desligó de la causa a Glenda Aciar, ya que había sido acusada como coautora, a la par de su pareja Montaño, por el delito de homicidio agravado por alevosía.

Los abogados de Aciar sostuvieron que la mujer sufrió violencia de género por parte de pareja durante mucho tiempo hasta el punto de obligarla a mirar como quemó y mató a otra persona. Antes de que pasará esta situación, Aciar ya sufría maltratos, según los mismos abogados. Todo se agravó cuando el acusado descubrió que la víctima mantenía una relación amorosa con Quiroga y aparentemente, desde ese momento, comenzó a planear el asesinato. Montaño decidió que la manera más fácil de dar con él era hacer que su pareja lo cite como solían hacer, en una zona oscura de Rodeo.

En el juicio, Aciar declaró que Montaño la obligó a que llamara a su amante bajo la amenaza de que si no la mataría. Eso ocurrió en la noche del 23 de mayo de 2020. En ese momento Quiroga bajó de su bicicleta, Montaño lo atacó por atrás y lo golpeó hasta matarlo. Luego hizo una fogata y tiró su cuerpo al fuego. Por último levantó sus restos y los arrojó en el pozo negro de su casa, ubicada en inmediaciones de Ruta 150 y calle Tiro Federal. A su vez se deshizo de la bicicleta.

Luego del crimen, obligó a la mujer a guardar silencio, amenazándola de muerte. Aciar relató que en los días siguientes sufrió más maltrato y además, él controló todo lo que hizo. Mientras que en otro episodio de violencia, y con el objetivo de humillarla, el victimario la obligó por la fuerza a que esta se cortara el pelo.

Los abogados de la mujer pidieron varias pruebas al juez para demostrar que Aciar no fue cómplice sino víctima. De todas formas este terminó procesando a ambos por igual y les dictó prisión preventiva.

En mayo de este año, Aciar y sus abogados insistieron con su inocencia. Los jueces Silvia Rosso de Balanza, Juan Bautista Bueno y Maximiliano Blejman, de la Sala II de la Cámara Penal y Correccional, ordenaron la excarcelación de la mujer y revocaron la causa en su contra entendiendo que la resolución de primera instancia no estuvo bien fundamentada, además criticaron la poca atención que el juez anterior prestó a los testimonios y a las pruebas, las cuales ponían en duda la participación de Aciar en el crimen.