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Sufrió el terremoto de 1977 y 45 años después quedó en la calle por un incendio

“Voy a tratar de no amargarme. Trabajaré para salir adelante”, dijo Lucas Ernesto Coria, de 71 años. El hombre perdió su casa luego de ser alcanzada por las llamas.

08 de julio de 2022

Cuando pensó que todo lo malo había quedado atrás y se dedicaría a descansar en la casa que construyó hace más de seis años, el destino barajó las cartas e hizo que Lucas Ernesto Coria perdiera todo tras ser alcanzado por el fuego que arrasó con su vivienda, en el departamento Pocito. El hombre, de 71 años, habló con DIARIO HUARPE y recordó que durante su vida atravesó por varios momentos complicados, aunque hubo dos tragedias que lo obligaron a resurgir y volver a empezar: el terremoto de 1977, cuando se derrumbó el negocio familiar que tenía y este incendio, que lo dejó en la calle.

Coria sabe lo que es volver a empezar, pero reconoce que ya está grande, aunque no baja los brazos. Trabajó toda su vida en la Dirección de Hidráulica, en Pocito. El terreno donde vive, que está sobre Ruta Nacional 40, a la altura del kilómetro 30, antes de llegar al Cerrillo Barboza, fue herencia de su padre.

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Explicó que el lugar estaba abandonado y fue su papá quien le dijo que lo cuidara y ocupara para construir allí su vida. El hombre tomó la posta, pero nunca pensó que en este momento, cuando disfrutaría de todos los frutos que cosechó gracias a su trabajo, las consecuencias del fuego lo obligaría a resurgir nuevamente de entre las cenizas.

“Desgraciadamente, el fuego fue total. No me dejó nada de nada”, contó.

Coria aseguró que el incendio comenzó a 500 metros al norte de su casa, pero en cuestión de minutos llegó hasta su terreno y arrasó con todo lo que tenía a su paso. La preocupación del damnificado siempre fue una finca lindera, que estaba llena de basura. Si bien el año pasado le advirtió a la propietaria de esas tierras que hiciera algo con las malezas, la mujer no lo escuchó y la premonición del septuagenario, lamentablemente, se cumplió. “Nunca colaboraron y ahora terminó con mi casa”, sentenció.

Indicó que cuando se jubiló, pensó dedicarse de lleno a recibir visitas y compartir encuentros en su casa, en donde habitualmente está solo. Por ese motivo, inició un plan de trabajo para parquizar la zona y puso una prefabricada, que la cercó con pasillos y galerías. Todo eso quedó reducido a cenizas el miércoles pasado, cuando el viento Zonda propagó las llamas en ese sector de la localidad de Carpintería.

“Tendré que comenzar de nuevo. No voy a amargarme”, precisó.

El hombre trabajó noche y día para edificar las dos habitaciones y construir fuera de la vivienda un baño y un parrillero para recibir a sus parientes. Ahora, terminó sin nada. “Me daba maña para hacer piezas y ampliaciones. Logré juntar plata y le fui haciendo agregados. Me tocó la mala suerte de quedar en la calle”, sintetizó.

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A los que provocan incendios durante la ocurrencia de viento Zonda los trató de inconscientes. Cada vez que voltea a mirar cómo le quedó su casa se acuerda de la promesa que le hizo a su padre de cuidar el terreno y quiebra en llantos.  

Coria pidió ayuda, aunque sostuvo que no quiere abusarse de nadie. “Sé que voy a salir adelante. Soy un tipo que jamás estuvo sentado. De arriba no te viene nada. Voy a luchar", concluyó. Para aquellos que quieran colaborar pueden comunicarse al 155314026.

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