Suspenden la obra municipal que iba a arrasar con más de 30 árboles en Barreal

Tras la protesta de los vecinos de Barreal, departamento Calingasta, por la tala de árboles centenarios visibilizada a través de DIARIO HUARPE, la Secretaría de Ambiente de la Provincia intervino en la polémica y el municipio decidió suspender las obras que buscaban realizar una vereda sobre calle Mariano Moreno, en la entrada del barrio Centinela.

“Primero, y antes que nada, es preciso aclarar que Calingasta está descentralizado en relación con la función del arbolado público”, empezó diciendo Osvaldo Olmos, director de Arbolado Público provincial. “No obstante, esto no nos desobliga de la situación y por eso intervenimos”, agregó.

Teniendo en cuenta el proyecto que preveía la tala de más de 30 árboles (entre ellos varios centenarios) para la realización de una senda peatonal, la Secretaría de Ambiente recordó a los funcionarios calingastinos que antes deben respetar la ley provincial.

“Acá no se han respetado los procedimientos tal como indica la Ley Provincial de Arbolado Público”, dijo Olmos. “Por eso le hemos pedido al municipio que presente la documentación necesaria para iniciar la obra”, insistió.

Si la obra contempla la erradicación de más de nueve árboles, como en este caso, el municipio debe presentar el proyecto, una manifestación del impacto ambiental y un plan de remediación.

“Si la intervención que tiene la obra es negativa sobre el recurso forestal, sí o sí se tiene que presentar un plan de forestación en compensación de lo afectado”, dijo.

En evaluación

Una vez que el municipio presente toda la documentación, la Dirección de Arbolado Público, en conjunto con el área de legales de la Secretaría de Ambiente, evaluarán la aprobación o no del proyecto y/o posibles modificaciones.

“Los funcionarios tenemos que atender y escuchar lo que dice la gente”, expresó Olmos. “Por eso, antes de iniciar cualquier obra hay que hacer una reunión con los vecinos de la zona y los frentistas para acordar con ellos. Siempre la idea es acordar”, dijo.

Olmos contó que en la reunión que se realizó en la unión vecinal de la localidad calingastina primó el diálogo y se llegó a un acuerdo. “Por suerte, la reunión se dio en buenos términos y a partir de esta semana personal del municipio empezó a presentar la documentación que le habíamos solicitado”, dijo.

Por su parte, los vecinos de Barreal que impulsaron el reclamo agradecieron a todos los que apoyaron la iniciativa y manifestaron que jamás se opondrían a la obra pública y tampoco al progreso, siempre y cuando estos sean amigables con el ambiente.

“El mundo pondera las bondades de los árboles y nosotros en San Juan los destruimos. Me parece que algo estamos haciendo mal”, dijo Pía Bogni, una de las vecinas que pide que se respete el patrimonio ambiental de Calingasta.

Entrecruce legal

Olmos explicó que siempre cuando una obra pública se proyecta, hay leyes que se entrecruzan: por un lado, las relacionadas con la obra pública y por otro, la que tienen que ver con el ambiente.

“Toda obra pública genera un impacto negativo o positivo sobre el ambiente. Y dependerá de nosotros, los organismos públicos de provincia y municipio y los vecinos, la viabilidad de la misma. En este caso, el arbolado está en juego y se trata de algo que es público”, concluyó.