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Un changarín y su abuela pusieron un merendero para ayudar a más de 70 niños
Gonzalo Nicolás Vega y Margarita Mercado ofrecen todas las tardes una taza de mate cocido y una semita desde hace una semana. El lugar se llama “Corazones Sonrientes” y funciona en la localidad de Las Piedritas.
Por Germán González
El viernes 5 de abril, el changarín Gonzalo Nicolás Vega (20) y su abuela Margarita Mercado (70) pusieron un merendero para ayudar a más de 70 niños de la localidad de Las Piedritas en Albardón, a más de 20 kilómetros de la Ciudad de San Juan. Desde ese día, el joven y la jubilada empeñan lo que tienen para dar la merienda diaria de mate cocido y semitas en una pequeña casa de calle La Laja.
En frente hay un baño químico, que los propietarios de la vivienda alquilan para los niños que llegan a merendar y un cartel con colores rojo y verde, que lleva el nombre "Corazones Sonrientes". A penas una cocina y un par de ollas tiene el lugar para hacer las cosas dulces. El nacimiento del merendero se da en el marco de una crisis económica que afecta a la Argentina, a la provincia y especialmente a las familias con pocos recursos económicos. Es en este marco, el joven y la mujer decidieron ponerle el pecho a la situación.
El merendero empezó a funcionar solamente los viernes, pero desde hace una semana la ayuda es de lunes a viernes. Los voluntarios del merendero “Corazones Sonrientes” revelaron que la extensión de un día a cinco fue porque tienen mercadería suficiente para cubrirlos. Pero Gonzalo Nicolás Vega no quiere quedarse con eso y sueña con poder entregar viandas en la noche a las familias. “Hasta mujeres embarazadas vienen a pedirnos comida”, expresó el joven.
Gonzalo Nicolás Vega y Margarita Mercado tratan de conseguir todos los días donaciones y elaborar los propios alimentos que no solo son mate cocido y semitas, sino también té, chocolate, medialunas y tortas fritas. Los niños, que sonríen cada día al llegar para comer y compartir con sus otros amiguitos también aprenden a hacer manualidades y juegan entre ellos.
El muchacho y su abuela no se encuentran solos en esta misión de ayudar al prójimo. A ellos los ayudan Silvina y Olga Vega. Silviana es mamá de Gonzalo Nicolás. A su vez junto con Olga son hijas de Margarita.
La vida de los voluntarios no está llena de lujos. Gonzalo Nicolás Vega hace poco dejó de trabajar como albañil en la obra de ampliación del Aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento y se encuentra desocupado. “No me convenía ir, me gastaba 200 pesos de SUBE por día, ahora busco algo mejor y estable”. En cambio, Margarita Mercado se jubiló como portera de la escuela Ejército de los Andes. Solo obtiene plata de la jubilación. Con lo poco que ganan el nieto y su abuela tratan de conseguir la merienda para los chicos. “Nosotros queremos ayudar al prójimo”, concluyó el joven.
¿Cómo pueden ayudar al merendero?
Los referentes del Merendero “Corazones Sonrientes” piden a los lectores que colaboren con leche, harina, azúcar, yerba, mate cocido y cacao. Las mercaderías las reciben en calle La Laja y Las Piedritas s/n en Albardón. Los solidarios deben preguntar por familia Vega. De no hacerlo personalmente, los interesados se pueden comunicar a través del 2345094992.