Provinciales
La comunidad huarpe Cacique Cochagual celebró el Día del Niño junto a DIARIO HUARPE
Mucho entusiasmo, alegría y excitación se vivía en la comunidad huarpe Cacique Cochagual del departamento Sarmiento, ya que era la primera vez que celebraban el Día del Niño y los más grandes esperaban que todo terminara en un recuerdo feliz e inmejorable para los chicos. La cita se dio en la siesta, en el hogar
POR REDACCIÓN
Mucho entusiasmo, alegría y excitación se vivía en la comunidad huarpe Cacique Cochagual del departamento Sarmiento, ya que era la primera vez que celebraban el Día del Niño y los más grandes esperaban que todo terminara en un recuerdo feliz e inmejorable para los chicos.
La cita se dio en la siesta, en el hogar de la siempre atenta y querida referente de la comunidad, María Zalazar de Aguilera. Allí se iban haciendo todos los preparativos para la celebración y los padres organizaban todo.
DIARIO HUARPE estuvo allí para compartir los festejos y acercar donaciones de juguetes, útiles escolares, ropa, leche y tortitas para que la jornada sea muchísimo más divertida y amena.
Lo propio hizo el intendente de Sarmiento, Alberto Hensel, quien siempre está colaborando con la comunidad, y también la Fundación Formación para el Crecimiento, que llevó una sorpresa que disparó las risas de chicos y grandes.
Los chicos iban llegando de todas partes de Cochagual y a medida que iban entrando se iban prendiendo con la música (a ritmo de cumbia y reggaetón). Los más pequeños se divertían a más no dar en el castillo inflable que les habían preparado. Tanto saltaron que en un punto lo desinflaron, pero de inmediato lo volvieron a inflar.
Poco a poco se iba percibiendo el olor a chocolatada y cuando menos se lo esperaba, un batallón de madres salió con bandejas repletas de galletas, tortitas y facturas que los chicos comieron con mucho gusto. Y sí, a esa hora apremiaba el hambre.
Una sorpresa más esperaba a chicos y grandes, que vaya que la disfrutaron: Mickey, Minnie, el Pato Donald, Daisy, el Sapo Pepe y Papá Pitufo aparecieron. Estos se prendían en todas y tiraron unos pasos.
La fiesta se extendió hasta cuando ya había caído la noche y los chicos partieron a sus hogares con una sonrisa imborrable en la cara y otra en el corazón.
Doña María no tuvo más que palabras de agradecimiento para quienes colaboraron en la fiesta: “Gracias por acordarse de nuestros pichis (niños) y ojalá se pueda repetir”.