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Así es la trampa con la que engañan a chicas sanjuaninas y ofrecen contenido sexual en Instagram
En las últimas horas, DIARIO HUARPE dio a conocer el caso de dos víctimas que cayeron con el mismo modus operandi. Conocé los detalles.
Por Martín Gómez
En los últimos días, DIARIO HUARPE dio a conocer dos casos de chicas sanjuaninas a quienes les hackearon sus cuentas de Instagram para estafar a sus contactos. Yaz Funes y Ángela Balmaceda fueron víctimas del mismo modus operandi. Una página que supuestamente vendía pijamas las contactó para ofrecerles un canje a cambio de publicidad.
Así empezó la pesadilla de las jóvenes. La primera víctima fue Ángela Balmaceda, la joven de 23 años oriunda de Jáchal, padeció esta situación el pasado viernes 29 de julio. La chica relató a este medio que aceptó la propuesta de este supuesto comerciante y siguió los pasos que le pedía para recibir la mercadería que debía promocionar. Para ello, mantuvo un contacto vía mail con este emprendimiento llamado _fabuspring que le pidió sus datos para completar el trato.
Posteriormente, la joven perdió el acceso a su cuenta de Instagram y los ciberdelincuentes se hicieron pasar por ella para estafar a sus contactos. Según denunció, los hackers comenzaron a ofrecer contenido sexual a sus casi 12.000 seguidores a cambio de transferencias. “No tengo idea de cuánto dinero exacto robaron. Pero calculo que entre $30.000 y $40.000 en un par de horas. Pedían una vez y decían que no les llegaba. Después pedían repetir la transferencia y la gente lo hacía. Mucha gente envió dinero, de San Juan y de otro lado también”, explicó la joven.
Unos días después, Yaz Funes cayó en la misma trampa. Esta vez, la víctima perdió el acceso a su cuenta y con la misma excusa de la venta de contenido erótico, le robaron casi $50.000 a sus contactos.
Desde la Policía de San Juan, advirtieron que este tipo de estafas son bastante comunes, aunque señalaron que los casos en la provincia por el momento son aislados. El jefe de la División Delitos Informáticos, Sergio González, explicó a DIARIO HUARPE generalmente los autores de los hechos son delincuentes de otras provincias.
“Por lo general, estos delincuentes son personas de otras provincias. Salen a la pesca de los perfiles que andan buscando. Para eso hacen un estudio previo e identifican a algún perfil vulnerable para hacer este tipo de estafas”, comentó el efectivo. “Hay un sinfín de estafas que se están cometiendo. Y la mayoría de las veces las víctimas no denuncian por miedo o porque creen que no se va a llegar a los responsables”, agregó.
Una de las estafas más comunes es a través de WhatsApp. Los hackers roban las cuentas de los usuarios para estafar con la compra y venta de dólares, comentó.
González explicó que muchas veces las víctimas caen en las trampas a través de un link o formularios. En este sentido, recomendó siempre realizar la denuncia para que la Policía pueda investigar el caso y tratar de llegar a los autores.
Sin embargo, esta no es una tarea fácil, ya que los delincuentes saben escabullirse detrás de cuentas falsas o incluso utilizan cuentas bancarias prestadas o robadas para realizar las estafas.
“Hemos tenido causas donde se ha llegado al titular del CBU, pero por lo general no son titulares de las cuentas. Los hackers hacen cómplices a personas que no tiene una culpa, sino que prestan sus cuentas sin saber para qué es. La mayoría son persona que tiene CBU para el cobro de planes o beneficios sociales”, comentó.
Frente a estas situaciones, el especialista en delitos informáticos recomendó extremar las precauciones en las redes sociales. Los perfiles públicos son los principales apuntados por los hackers, ya que pueden conocer datos clave de los usuarios a través de sus posteos, sus fotos e información compartida.
“No sabemos quién está detrás o quien observa o estudia nuestros perfiles. La gente naturaliza publicar todo. Si vamos de vacaciones, la comida favorita, la música y terminan siendo objetivos de los delincuentes”, señaló el efectivo policial.
“La recomendación sería primero la prevención de brindar nuestros datos y segundo, no publicar nuestra vida en las redes porque eso nos hace vulnerables. Por uno mismo y por nuestras familias. La misma recomendación para los hijos que pueden llegar a brindar datos ante las amenazas o presiones de los delincuentes, pueden hasta extorsionar a los menores”, concluyó González.