Provinciales > Fe que acrecienta
Cientos de fieles celebraron 50 años de la llegada de la Virgen de Andacollo a Chimbas
Con una capilla abierta desde la madrugada, talleres, rezos y más de 200 chinos y danzantes, Villa Mariano Moreno celebró la Novena en honor a la Virgen de Andacollo. Este año se cumplen cinco décadas desde que la imagen llegó a San Juan.
La comunidad de Villa Mariano Moreno, en Chimbas, vivió este miércoles 26 una emocionante noche de novena en honor a la Virgen de Andacollo, en el marco de los 50 años de la llegada de la histórica imagen a San Juan. Las actividades comenzaron a las 7 de la mañana, con una capilla abierta durante toda la jornada para la oración del Santo Rosario y distintos talleres comunitarios. La celebración culminó sobre la medianoche con el acto central encabezado por el arzobispo Jorge Lozano, el párroco “Pepe” Fuentes y cientos de fieles.
El momento más esperado, como cada noche, fue la presentación de los tradicionales danzantes “chinos”, devotos que mantienen vivas costumbres heredadas de generaciones de familias mayoritariamente de origen chileno. Este año participaron más de 200 bailarines, quienes realizaron extensas coreografías como expresión de fe y agradecimiento.
El padre "Pepe" Fuentes recordó, en diálogo con DIARIO HUARPE, el origen de la devoción en el barrio y la historia de Dominga Rojas de Mondaca, la mujer que trajo la imagen desde Chile por el Paso de Agua Negra hace cinco décadas. “Fue una promesa por la sanación de su hija. La trajo caminando y su intención era conservarla en su casa, pero desde el primer año se hizo la novena y la comunidad comenzó a reunirse”, explicó el sacerdote.
La devoción creció con rapidez en toda la zona norte de Chimbas, inicialmente atendida por distintas parroquias hasta que el 9 de marzo de 1986 se creó la Parroquia Andacollo. Desde entonces, la imagen se convirtió en símbolo de identidad para cientos de familias. “De 10 familias, nueve tienen uno o dos danzantes. Es un sacrificio enorme: bailan horas y culminan de rodillas, inspirados por María”, destacó el párroco.
Las hijas de Dominga, Angelina y Paula, ofrecieron también un emotivo testimonio sobre los primeros años de esta tradición. Relataron que su madre no pensaba destinar la imagen a una capilla, pero la fe de la comunidad la transformó en un centro de oración incluso antes de que hubiera sacerdotes disponibles. “Los cimientos de esta capilla fueron siempre el trabajo y la devoción”, recordó Paula, quien junto a su marido fue guía de catequesis familiar durante décadas.
Entre oraciones, cantos y danzas, la Virgen de Andacollo volvió a convocar a cientos de fieles que mantienen vivo un legado nacido del esfuerzo, la fe y la unión barrial. La novena culminará el próximo domingo dando lugar a una celebración aún más convocante según los colaboradores de la Iglesia.