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Política > Corte a los abusos

El Gobierno provincial analiza ponerle límites a los sueldos del EPRE

Hoy son las autoridades del organismo las que se fijan sus haberes. El expresidente Rivera Prudencio ganaba más de medio millón por mes.

01 de febrero de 2021

Nadie resultó indiferente a los sueldos del expresidente del Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) Jorge Rivera Prudencio y sus compañeros de Directorio, más en épocas de crisis donde miles de personas apenas tienen para comer. Ellos mismos se fijaron sus haberes y en el caso de la máxima autoridad del organismo era casi de $640 mil al mes, es decir mucho más que el gobernador y el mismísimo presidente de la Nación.  Molestos con la situación por entender que es un abuso, en la gestión uñaquista evalúan por estas horas una modificación legislativa para ponerle un techo a esas remuneraciones.

El EPRE se encarga de defender los derechos de los usuarios del servicio de electricidad y los sueldos de la conducción derivaron en una fuerte polémica, porque no guardan ninguna proporción con lo que se paga en la función pública. Las autoridades del organismo están facultadas a definir cuánto ganan, pero el Gobierno provincial piensa eliminar esa arbitrariedad y que el presidente no pueda ganar más que un ministro del Poder Ejecutivo, es decir $220 en bruto.

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Rivera Prudencio llevaba más de 20 años al frente del EPRE y en diciembre fue echado por el gobernador Sergio Uñac por maltratar verbalmente e invitar a pelear a un periodista, pero mientras permaneció en el cargo no la pasó nada mal: al momento de su salida embolsaba un sueldo de $638 mil. Mientras que el vicepresidente, Oscar Trad, tiene asignado un haber de $504 mil; y el gerente, Roberto Ferrero, $396 mil.

Cuando se enteraron de esas cifras, en Paula y Libertador se mezcló el asombro y la bronca. Si bien es legal que las autoridades del EPRE dispongan cuánto van a ganar, entienden que hubo una ambición desmedida que choca con los principios éticos más básicos.

Uñac dijo basta y les ordenó a sus colaboradores que se pongan a trabajar en una herramienta legislativa que ponga un límite para evitar abusos como el de Rivera Prudencio. Para eso hace falta modificar la ley de creación del ente de control o su reglamentación, que establece cómo es el manejo de los recursos y el régimen salarial de sus autoridades.

La ley que dio origen al EPRE data de 1995 y en su redacción original fijaba un techo al sueldo del presidente, ya que contemplaba que ganaría el equivalente a un secretario del Poder Ejecutivo. Duró poco. Dos años más tarde, vaya a saber por qué, se cambiaron las reglas de juego con otra ley cuya reglamentación estableció que los sueldos de la cúpula del organismo se fijarán por reglamento interno.

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La idea que tiene en el uñaquismo es retomar lo que decía la ley original. Fuentes calificadas aseguraron que una posibilidad concreta es establecer que el sueldo del presidente del EPRE sea equivalente al de un ministro del Ejecutivo, que con un haber de $220 mil en bruto está en $418 mil menos que Rivera Prudencio.

La modificación legislativa haría lo mismo el resto de los miembros del Directorio del EPRE, que serían equiparados a cargos políticos más bajos del Ejecutivo. Sin embargo, en los pasillos oficiales advirtieron que hay que analizar bien la cuestión, porque los que siguen como autoridades del organismo pueden fundamentar que hay derechos adquiridos a respetar y que deben seguir ganando lo mismo que hasta ahora.

La política de equiparación de sueldos no es nueva. Es la modalidad que se aplica para definir las remuneraciones de las autoridades de las empresas del Estado sanjuanino, OSSE, EPSE y CanMe (Cannabis Medicinal San Juan).

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