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Messi se despidió a lo grande: doblete y figura en el triunfo de Argentina sobre Venezuela

En su último partido oficial en Argentina por Eliminatorias, Lionel Messi marcó dos goles en el triunfo 3-0 sobre Venezuela y vivió una emotiva despedida en el Monumental.

POR REDACCIÓN

Hace 3 horas
La Selección Argentina goleó a Venezuela en el Monumental. 

La noche del 4 de septiembre, el estadio Monumental se llenó de fiesta y emoción en una jornada que quedará grabada en la memoria de los argentinos. La Selección, ya clasificada al próximo Mundial, enfrentó a Venezuela en lo que se anticipaba como la última presentación de Lionel Messi en el país por Eliminatorias. El capitán no defraudó: convirtió dos goles y fue la figura en la victoria 3-0, un resultado que, entre tanta emoción, quedó en segundo plano.

Desde el pitazo inicial, el equipo argentino impuso su ritmo. Franco Mastantuono, que se estrenó como titular, se entendió de maravilla con sus compañeros. A los 3 minutos, la primera clara fue de Julián Álvarez, quien le quemó las manos al arquero Romo. Luego, a los 21, Tagliafico también exigió una respuesta del portero venezolano. La insistencia tuvo su premio a los 39 minutos: Leandro Paredes le puso un pase frontal a Álvarez, que en lugar de definir, cedió para Messi. El 10, con su clase inigualable, se acomodó y pinchó la pelota por encima de Romo. El Monumental estalló en un grito de gol que fue también un grito de amor y agradecimiento.

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En el segundo tiempo, el dominio continuó. Los venezolanos, con poco que ofrecer, apelaron a las faltas. Cristian Romero recibió una amarilla. Y luego, el árbitro sacó una tarjeta a Jon Aramburu. A los 28 minutos, el técnico decidió hacer algunos cambios: ingresaron Lautaro Martínez y Exequiel Palacios. El Toro Martínez necesitó solo 3 minutos para dejar su huella en la red. A los 31, Nico González lanzó un centro bajo al área que el ex Racing cabeceó de palomita para poner el 2-0.

Pero la noche tenía reservado un broche de oro para el mejor jugador del mundo. A los 34, Thiago Almada, que había ingresado en la segunda mitad, llegó hasta el fondo por derecha y metió un pase atrás para Leo, quien con una definición precisa al segundo palo, anotó su doblete personal. El Monumental coreó su nombre una y otra vez, consciente de que era, probablemente, el último baile del genio en esta cancha.

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La emoción se sentía en el ambiente, densa y palpable. Cada vez que Messi tocó la pelota, una ovación bajaba de las tribunas, como si el público quisiera guardarse ese sonido para siempre. Se vieron banderas con su rostro, pancartas de agradecimiento y lágrimas en los ojos de los más jóvenes, aquellos que crecieron con el 10 como estandarte de la Selección. No fue un partido más; fue una despedida, un tributo en vida al futbolista que cambió la historia del fútbol argentino y que, con su sencillez, se metió en el corazón de millones. Su posible adiós deja un vacío inmenso, pero también la certeza de que su legado es imborrable.

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