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Se quemó la cocina de un comedor, pero les donaron 3 y van a darles comida a más chicos
En menos de 12 horas consiguieron las donaciones.
Por Eliana Ruiz
En sólo 12 horas Olga Farías pasó por una montaña rusa de emociones en la que fue de la tristeza y desesperación a la alegría y la esperanza. Es que se le rompió la cocina con la que les hace de comer a los niños, pero a las horas ya le habían donado tres.
Olga es la creadora del merendero Los Peques, en Colonia Sarmiento. Tres veces a la semana les brinda el almuerzo y la merienda a cerca de 150 chicos y sus familias. Este miércoles al mediodía estaban cocinando cuando la cocina explotó y comenzó a incendiarse.
“Estaba revolviendo un tacho cuando empezó a salir humo, de repente explotó y se prendió fuego adentro del horno. Por suerte pudimos apagarlo con trapos, porque si eso seguía ardiendo se podía incendiar la casita”, cuenta Olga.
En ese momento se le cruzaron varias preguntas por la mente. ¿Cómo conseguir otra cocina? ¿Qué decirles el viernes a los chicos cuando se acercaran a buscar su comida? “Fueron momentos de nervios y sentimientos encontrados”, admite.
Estaba preocupada. Es que esa cocina la usa lunes, miércoles y viernes de 7 a 11 y de 15 a 17 horas para preparar el alimento que comen los chicos y las familias de la zona. Sabía que no podía dejar de brindarlo porque la mayoría de las personas viven en condiciones vulnerables.
No pasaron ni dos horas cuando recibió el llamado de su compañera de trabajo del municipio de Rawson, Natacha Pacheco.
"Olguita, ¿estás bien? Sólo quiero saber eso. También quiero regalarte una cocina para el comedor", le dijo. “No podía creer lo que me decía. Ahí me di cuenta que hay mucha gente de buen corazón”, dice Olga.
Pasaron algunas horas y le llegó otro llamado. Ahora era de José Vera, José Romero y Joel Ochoa de la Concertación TOAS. Ahí le avisaron que tenían dos cocinas para donarle debido a que la suya se había quemado.
Ella no podía creer lo que escuchaba. Sabe que los sanjuaninos son solidarios, pero admite que estas acciones la sorprendieron.
Finalmente, decidieron colocar dos en la casa de Olga, que es donde les entrega el almuerzo y la merienda a quienes viven en la zona, y otra en la casa de su cuñada. Optaron por esto porque hace un mes extendieron el merendero a la vivienda de su familiar en Calle 14 y América. Ahí les dan la comida los sábados a unas 60 personas. Quieren llegar a más gente, pero aún no cuentan con tantas donaciones de alimentos como para hacerlo.
“La verdad que esto que han hecho por nosotros no tiene precio”, cierra Olga.
Para ayudar: 2645838688.