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Economía > Economía circular

Para 2029, más del 90% de las tarjetas bancarias serán fabricadas con materiales sostenibles

La industria de pagos acelera la adopción del PVC reciclado, que pasará del 40% en 2024 a más del 90% en 2029, impulsada por regulaciones, compromiso financiero y demanda de consumidores.

POR REDACCIÓN

Hace 3 horas
Este cambio responde a diversos factores, entre ellos la mayor conciencia ambiental de los usuarios. Foto: Gentileza

La industria global de tarjetas bancarias está experimentando una transformación significativa hacia la sostenibilidad. Según proyecciones de Juniper Research, para 2029 más del 90% de las tarjetas emitidas estarán hechas con materiales sostenibles, un salto considerable respecto al 40% registrado en 2024. Este crecimiento representa la adopción más rápida de prácticas ecológicas en la historia del sector de pagos.

Este cambio responde a diversos factores, entre ellos la mayor conciencia ambiental de los usuarios, las regulaciones impuestas por las principales redes de pago y el compromiso de las entidades financieras con los objetivos de desarrollo sostenible. Mastercard, por ejemplo, anunció que desde el 1 de enero de 2028 todas las tarjetas nuevas de su red deberán fabricarse con materiales reciclados o de origen biológico, como el PVC reciclado, afectando a millones de tarjetas a nivel mundial y acelerando la transición, incluyendo en Argentina.

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En el mercado argentino, la tendencia hacia la sostenibilidad en las tarjetas es palpable. BBVA fue pionero en 2020 al emitir tarjetas con un 85,5% de PVC reciclado. Por su parte, Brubank, el único banco digital certificado como Empresa B en el país, informó que desde finales de 2024 todas sus tarjetas contienen un 99% de PVC reciclado y cuentan con un empaque 100% reciclado.

Además, el Grupo Supervielle implementó en 2021 un programa innovador para reciclar 50.000 tarjetas en desuso y convertirlas en mobiliario urbano en Mendoza, iniciativa declarada de interés público municipal. Esta propuesta de economía circular se extiende con la colaboración de Puro Scrap, que transforma tarjetas bancarias en desuso en ecodurmientes para reservas naturales, jardines y escuelas.

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Desde la Asociación Argentina del PVC (AAPVC) destacan que el PVC reciclado se ha consolidado como el material preferido para la fabricación de tarjetas por varias razones:

  • Circularidad comprobada: Este material es altamente reciclable y puede reprocesarse múltiples veces sin perder sus propiedades esenciales, lo que permite reintegrar millones de kilogramos anualmente al ciclo productivo y evitar residuos.
  • Durabilidad que reduce residuos: Las tarjetas hechas con PVC reciclado mantienen la misma resistencia y flexibilidad que las de PVC virgen, permitiendo extender su vida útil hasta siete años, lo que disminuye la frecuencia de reemplazo y la generación de desechos.
  • Reducción de huella de carbono: La producción de PVC reciclado consume menos energía que la fabricación de plástico virgen, contribuyendo a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero. Así, los bancos que adoptan estas tarjetas avanzan en sus metas de descarbonización y neutralidad de carbono.

Además, el PVC reciclado ofrece las mismas opciones de impresión y personalización que el PVC virgen, sin sacrificar la calidad estética ni funcional. Esto es clave dado que, según un estudio global de IDEMIA, el 72% de los consumidores se preocupa por el diseño de sus tarjetas y el 69% preferiría una tarjeta ecológica frente a una convencional.

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El marco regulatorio argentino también favorece esta transición. La aprobación en 2023 de la Estrategia Nacional de Finanzas Sostenibles y la actualización en 2024 del Protocolo de Finanzas Sostenibles por parte del Banco Central establecen pautas para integrar criterios ambientales, sociales y de gobernanza en el sistema financiero.

En este sentido, Miguel García, director de la Asociación Argentina del PVC, afirma: “Argentina tiene una oportunidad única de posicionarse como líder regional en la adopción de tarjetas sostenibles, aprovechando la capacidad técnica de la industria local del PVC, el marco regulatorio favorable y el creciente interés de los consumidores por productos ambientalmente responsables”.

Los consumidores son un motor fundamental del cambio. En Argentina, donde más del 60% de las transacciones ya se realizan de forma digital, la demanda por productos físicos que reflejen un compromiso ambiental crece de manera sostenida. Esta tendencia representa un cambio generacional en la relación con las marcas, donde la sostenibilidad, el diseño y la conveniencia son factores decisivos para elegir tarjetas de pago.

Las entidades financieras que adopten tempranamente tarjetas sostenibles no solo cumplirán con futuras regulaciones, sino que fortalecerán su vínculo con clientes cada vez más conscientes y exigentes, consolidando así un modelo financiero más responsable y alineado con los desafíos ambientales globales.

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