Provinciales > Dieron su postura
Terrenos de Enología: la familia que reconoció que son del Estado pidió una casa antes del desalojo
Son los Vallejo. Sostienen que hace 30 años firmaron un permiso para estar ahí y cuidar los parrales.
Por Facundo Merenda
Fiscalía de Estado inició la semana pasada una serie de audiencias de mediación con dos familias que están viviendo en uno de los terrenos que tiene la Escuela de Fruticultura y Enología sobre calle Paula Albarracín de Sarmiento y Colombia. En esa oportunidad se citó a los involucrados y llegaron a la conclusión de que uno de los dos particulares reconoció que esas lonjas de tierras pertenecen al Estado provincial por lo que se inició el proceso de desalojo.
En esa mesa de acuerdo asistieron por un lado los García Miranda, quienes insistieron que tienen posesión veinteañal alegando que Cristóbal García, suegro de Agustín Miranda, celebró un contrato con la institución en 1965. Por lo tanto, descartaron la idea de irse del lugar por su propia voluntad. Situación distinta se presentó con la familia Vallejo, quienes recocieron que esas tierras son propiedad del Estado, aunque antes de que los desalojen pidieron una casa para no quedar desamparados.
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Irma Bazán, esposa de Hipólito Vallejo de 60 años, explicó a DIARIO HUARPE que su familia aceptó el acuerdo que les propusieron desde la Fiscalía de Estado. Sin embargo, aclaró algunos puntos que se barajaron luego de la mediación. La mujer remarcó que ellos están ahí desde el 11 de junio de 1990 y no desde hace 10 años como había circulado con anterioridad.
El desembarco de esa familia en esas tierras fue cuando el coordinador de la escuela, Armando Días, les otorgó un permiso para quedarse en la casa que estaba en aquel sector del campo con el fin de custodiar los parrales y evitar los robos. Ese permiso le daba la responsabilidad a Vallejo de informar cualquier anomalía que presentaba la institución en esa arteria. La tarea que iba a realizar el hombre no era rentada, sino que a cambio de su inspección podía seguir viviendo junto a su familia, según el documento que presentó Irma.
Bazán comentó que lo único que les prohibió Días en aquel momento fue hacerle modificaciones o retoques a la casa, es decir, quería que se conservara tal como estaba. Ellos cumplieron con esa premisa a tal punto que actualmente están viviendo de manera precaria. Bazán y Vallejo conformaron una familia y fruto de ese amor nació su hijo que ahora tiene 32 años y con él llegaron tres nietos. Irma padece de algunas complicaciones en su columna y las rodillas, por lo que solicitó su carnet que acredita la discapacidad.
“Nosotros instalamos los servicios y hace mucho tiempo que estamos viviendo ahí. Reconocemos que esos terrenos no nos pertenecen, pero queremos alguna solución. No podemos quedarnos en la calle después de haber estado tantos años custodiando el lugar”, argumentó.
Bazán explicó que ellos están inscriptos en el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) desde el año 2008, pero todavía no tienen ningún tipo de respuesta. Para finalizar, negó que su familia tenga algún vínculo con los García Miranda y sostuvo que solamente tienen un trato formal de buenos vecinos.