Durante mayo, 6 de cada 10 inquilinos no pagaron el alquiler de la vivienda

El aislamiento preventivo, social y obligatorio decretado por el Gobierno nacional para cuidar la salud de la población ante el avance de la pandemia de coronavirus, trajo aparejado una profundización de la crisis económica en el país.

En especial esto lo vienen sintiendo los cuentapropistas que debieron limitar el horario de atención o cerrar sus negocios durante buena parte de esta cuarentena, más allá de que en los últimos días a raíz del buen estatus sanitario de San Juan más del 90% de las actividades económicas se puso en funcionamiento.

En este contexto, quienes alquilan una vivienda representan uno de los sectores más golpeados por esta realidad. Así lo marca también el último informe realizado por la Asociación de Inquilinos Sanjuaninos que indica que 6 de cada 10 arrendatarios no pudo abonar el contrato durante mayo.

Víctor Bazán, representante de la asociación, en diálogo con DIARIO HUARPE explicó: “La encuesta nos dio que la morosidad fue del 58% durante mayo, menor a la de abril que alcanzó el 69%”.

Del total de los inquilinos que presentó problemas para pagar el alquiler en mayo, el 30% realizó una cancelación parcial del canon y el 28% restante directamente adeuda el mes completo, según se desprende del informe.

“Yo creo que en junio puede darnos el mismo número o un poco más. Hay gente que ya debe dos meses de alquiler, paga como puede de acuerdo al trabajo de cada persona”, relató Bazán.

Hay que marcar que el DNU que firmó el presidente Alberto Fernández al inicio de la cuarentena congeló los montos de alquileres y los créditos hipotecarios hasta el 30 de septiembre, como así también suspendió los desalojos por falta de pago.

Al respecto, Bazán subrayó que “esto calma a medias la ansiedad de los inquilinos”. “Recibimos denuncias porque algunas inmobiliarias y dueños directos quieren hacer desalojos informales a través de extorsiones como cortar los servicios para que la gente abandone las viviendas”.

Las familias que finalmente deciden irse de una casa alquilada van a un pariente o arriendan una vivienda de peores condiciones que la anterior, “lo que genera que vayan a viviendas de menos habitaciones y problemas de hacinamiento con el peligro que eso conlleva en la actual pandemia”, opinó.