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Huarpe Deportivo > Trabajo y humildad

Trayectoria, anécdotas y pasión: Christopher Ferreyra, una vida marcada por el futsal

Entre risas, viajes y partidos inolvidables, Christopher Ferreyra construyó una trayectoria que lo convirtió en referente dentro y fuera de la cancha.

POR REDACCIÓN

Hace 3 horas
Del amistoso inesperado a los grandes escenarios nacionales. Chistopher Ferreyra, un experimentado del futsal sanjuanino. 

Hay historias que no se planifican. Simplemente suceden. La de Christopher Ferreyra, uno de los jugadores más experimentados del futsal sanjuanino, nació así: sin expectativas, sin proyecciones y casi por insistencia ajena. Hoy, con nacionales, selecciones, títulos, viajes y una mochila cargada de anécdotas, su nombre es sinónimo de recorrido, compromiso y pasión.

Del fútbol al futsal: un llamado que cambió su rumbo

“Mis primeros acercamientos fueron muy raros porque yo había dejado de jugar a la pelota”, contó Ferreyra a GRUPO HUARPE. En ese momento, su presente deportivo estaba lejos del fútbol de salón. Jugaba al pádel y disfrutaba de esa etapa. Pero una seguidilla de llamadas de su hermano lo sacó de la comodidad. “Me dijo que un primo me invitaba a jugar contra un equipo de la A. Yo no quería, pero me insistió tanto que terminé yendo”.

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Krause fue su primer equipo en el futsal.

Ese partido fue en la cancha de Krause, cuando aún entrenaban en Suipacha y Córdoba. “Nosotros éramos justos y ellos estaban compitiendo, tenían un montón de jugadores. El partido fue muy lindo”, recordó. Al terminar, llegaron las primeras palabras que marcaron su destino. Federico García, arquero por entonces, fue uno de los primeros en acercarse. Luego apareció Gustavo Calvo. “Me dijeron que les había gustado mucho cómo jugaba y que querían que me sumara”, relató.

Caucete, la cancha llena y el primer flechazo

Sin entrenar y con apenas un amistoso encima, Christopher aceptó jugar un torneo con Krause en Caucete. “La cancha estaba llena, explotada”, recordó. Fue su primera experiencia real en competencia. “Jugué muy bien, pero cuando terminé el partido me dijeron que tenía que marcar más. Mi novia también me lo decía”, contó entre risas.

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Lejos de desanimarse, eso lo motivó. “Para adelante siempre hacía las cosas bien, pero el retroceso me costaba porque venía del fútbol 11, de jugar de enganche”, explicó. Sin embargo, algo había cambiado: “Era muy dinámico, me volvieron las ganas de jugar a la pelota”.

Entrenar, aprender y no faltar nunca más

Después de ese torneo, Federico García lo llamó y le ofreció llevarlo a entrenar. “Ahí empecé y no falté nunca más”, aseguró. Aunque el futsal le exigía orden y estructura, encontró en eso un desafío. “Me encantó entrenar. Miraba muchos videos, iba a ver otros equipos, miraba a Alianza, a La Gloria, a equipos que ya llevaban años jugando”.

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Chistopher enfrentó a San Lorenzo de Almagro con Huarpes en una Liga Nacional.

El crecimiento fue rápido. “Nunca me imaginé que en tan poco tiempo me iban a pasar tantas cosas positivas”, reconoció. Con Alianza llegaron los campeonatos y los goles. “Salí goleador en los dos torneos y ahí tuve la posibilidad de estar en la Selección”, recordó.

"Tuve la posibilidad de ser capitán en la Selección Sanjuanina cuando estuvo Herman Vega. Con él aprendí muchísimo también. Es una persona que le da muchísimo la disciplina, después en la última selección con Matías Illanes, donde también era el capitán, pero me terminé bajando por cosas personales", expuso.

Compartir con los grandes

Ferreyra convivió con jugadores de enorme experiencia en la disciplina en sus pasos por Alianza, Huarpes, Defensores de Argentinos y La Gloria. “En Alianza había monstruos: Javi Cabrera, Chicho Ramírez, Víctor Montañé, Miki Olivera, el Pelado Costela, el Pupo…”, enumeró. Lejos de intimidarse, se sintió contenido. “Me abrieron la puerta de la mejor manera. Sergio siempre me decía que tenía muchas condiciones y me enseñaba mucho”.

En Alianza, el jugador vivió grandes momentos junto a grandes referentes de la disciplina. Con el equipo de Santa Lucía, jugó su primer nacional en Rosario.

Pero también hubo risas interminables. “Eran terribles. Llegabas a entrenar y ya te estabas riendo”, contó. Las bromas, las cargadas y los grupos de WhatsApp siguen hasta hoy. “Hasta el día de hoy me agregan a los grupos y es todo hablar pavadas”, dijo entre risas.

Las concentraciones fueron un empuje de anécdotas fuera de la cancha.

El futsalero también resaltó su amistad con Marcelo y Víctor Vega, ambos hijos del Hermán Vega. "Son amigos, he podido compartir y he aprendido muchísimo. Son excelentes personas que le aportan muchísimas cosas positivas a la disciplina, los conozco hace mucho y me ha tocado compartir con ellos cancha, enfrentarme con ellos también y tengo muchos recuerdos muy lindos", expuso.

Nacionales, Ushuaia y partidos para la historia

El primer Nacional en Rosario fue inolvidable, pero hubo uno que lo marcó especialmente: Ushuaia con Huarpes. “Fue muy profesional desde la pretemporada. Sabíamos que íbamos a jugar con San Lorenzo, con Boca, con equipos llenos de jugadores de nombre”, relató.

Con Huarpes, Chistopher vivió un torneo Nacional que lo marcó en su carrera en el futsal.

El partido ante San Lorenzo quedó grabado. “Hicimos un partido espectacular. Terminamos 3-2 el primer tiempo y tuvimos chances claras”, recordó. También mencionó el cruce ante Boca en San Juan, en un Cantoni colmado. “Estaba lleno, con mi familia en la tribuna. Jugamos de igual a igual y tuvimos chances de ganar”, afirmó.

Una anécdota con Huarpes que quedó para la historia

Christopher salió en pantalones cortos al frío del sur de Argentina para cumplir una promesa.

Entre tantas vivencias, hay una que siempre vuelve. Un hotel, una apuesta mínima y una cámara encendida. “Apostamos una Coca”, contó. En pleno frío, salió al balcón con pantalón corto para cumplir la promesa. “No me había dado cuenta que enfrente estaba la mamá de un compañero. Me vio todo”, relató entre carcajadas. El video quedó grabado y aún hoy revive risas cada vez que aparece en un chat.

Cábalas, familia y valores

Ferreyra se define como cabalero. “Si ganamos el primer partido, juego siempre con la misma media. Duermo siesta, me alimento bien, escucho música y ordeno la mochila”, detalló. Pero nada de eso tendría sentido sin el respaldo familiar. “Mi familia y mi novia siempre estuvieron. Saben que yo lo vivo como un trabajo”, expresó.

“He llorado muchas veces, me he frustrado, pero ellos saben el amor que le tengo a la disciplina y me apoyan siempre”, agregó.

Fue goleador en 3 torneos regionales y 2 veces ternado para mejor jugar del año.

Elegir el futsal todos los días

A los 33 años, Ferreyra sigue vigente. Bajó de categoría para ayudar al Club Colón Junior a ascender y no dudó. “Si quieren ascender, hay que entrenar todos los días”, les dijo. El objetivo se cumplió.

Chistopher bajó a la Divisional C por pasión y compromiso. Ascendió con Colón Junior y dejó su huella.

"Siempre los equipos me buscan y me hablan porque quieren que yo me sume a su proyecto, así que todas esas cosas quedan para la historia. Desde que empecé hasta el día de hoy, he tenido muchas posibilidades de jugar grandes cosas de competir y de poder compartir planteles con un montón de jugadores que son fenomenales jugando y técnicos también que me han tocado que me dirijan que he aprendido muchísimo", acotó el experimentado jugador. 

Por último, Christopher reflexionó sobre toda su carrera. “Nunca imaginé todo lo que me pasó”, expuso. Pero hay algo que tiene claro: “El futsal es una disciplina que me encanta y no la cambio por nada”. "Que los chicos me tengan para mí como referente es un logro. Uno lo hace por todo el recorrido y por todas las cosas positivas que hace adentro y afuera de la cancha porque afuera también tiene que ser lo mismo", dijo.

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