Departamentales > Boliches sin control
Volvió la actividad nocturna en Trinidad y también las quejas de los vecinos
POR REDACCIÓN
Cansados de esta historia que lleva más de 30 años, los vecinos que viven en los alrededores de los boliches ubicados sobre Ruta 40 en la localidad de Trinidad, contaron que este fin de semana, cuando la fiesta se terminó, la zona volvió a ser un caos. Hubo picadas de vehículos en las calles internas de los barrios; gritos, peleas, correteadas e incluso una de las viviendas de calle Patricias Sanjuaninas fue violentada y un auto estacionado en calle Estrada, robado.
“Esto solo pasa en San Juan y en Argentina”, dijo indignado Gustavo (pidió reserva del apellido) uno de los vecinos de calle Rawson. “Los que tienen poder o son amigos del poder, joden a los demás y los que tienen que actuar no hacen nada”.
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“Ninguno de los boliches está insonorizado, tal como marca la ley, por lo tanto ninguno cumple con la normativa ambiental y de salud pública”, dijo el vecino de calle Rawson “Ahora… ¿alguien me puede explicar cómo hacen para funcionar?”.
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En contacto con el comisario Marcelo Petkovic de la Comisaría Tercera de Trinidad, contó que todos los fines de semana en los alrededores de los boliches hay problemas por disturbios y que este fin de semana hubo detenidos por esos motivos.
“Para nosotros, es normal, nada nuevo”, dijo. “Los disturbios siempre se generan y por eso los detenidos”.
El comisario cree conveniente que, cuando sucede este tipo de molestias, los vecinos tienen que llamar al 911 porque si los móviles jurisdiccionales están ocupados en otros requerimientos, el 911 puede comisionar otros patrulleros que sean del Comando Radioeléctrico, de la comunal u otras áreas de seguridad. “Además”, dijo, “la llamada queda registrada y eso genera un antecedente”.
Los vecinos de Trinidad dicen que cada vez que el tema llega a los medios, desde el Ministerio de Gobierno y la Secretaría de Seguridad recogen el guante, pero nunca los clausuran y los cierran definitivamente. Según cuentan los vecinos, cuando se acuerdan ponen en todas las cuadras efectivos policiales cuidando el orden, pero después se olvidan y los problemas sociales ambientales y de salud vuelven a descontrolar la paz que siempre tuvieron.
“La verdad… ya es hora que los responsables de tomar decisiones las tomen, respetando y haciendo cumplir la ley, y ojalá que de una vez por todas los cierren definitivamente”, concluyeron los vecinos.