Dos mujeres compraron una mesa y robaron un celular en un comercio céntrico

Dos mujeres fueron sentenciadas este viernes en Flagrancia por el robo de un teléfono celular en un local comercial. Si bien ambas quedaron en libertad, una fue sobreseída y la otra obtuvo una pena en suspenso.

Todo ocurrió en horas de la tarde del pasado miércoles 24 de agosto, cuando dos mujeres ingresaron al local “Muebles Melisa Hogar”, ubicado en calles Tucumán y Mitre, en pleno centro.

En el negocio, las mujeres compraron una mesa, pero además realizaron una maniobra delictiva. Mientras una de las clientas pagó el costo de la mesa, la otra aprovechó la distracción de la vendedora para robarse el teléfono celular de uno de los empleados del local.

Lo insólito del hecho es que la maniobra de las clientas fue descubierta gracias a que el celular estaba conectado mediante Bluetooth a un parlante en el que escuchaban música.

Recién allí los trabajadores del negocio notaron la ausencia del teléfono. Rápidamente, el dueño del celular lo buscó mediante el rastreo de geolocalización del mismo. De esta forma pudieron saber que el aparato se encontraba en la esquina de calle Tucumán e Ignacio de la Roza, es decir, a media cuadra del local.

Ante esta situación, el damnificado salió en busca de las sospechosas y logró interceptarlas en la peatonal Rivadavia, a la salida de una galería. Luego, les pidió a las mujeres que regresaran al local donde pudieron corroborar a través de las cámaras de seguridad el robo del teléfono.

Por este motivo, los empleados del negocio llamaron al 911. La Policía revisó a las mujeres, pero ya no tenían el aparato porque se lo habían entregado a un conocido para que se lo llevara.

Sin embargo, al ser delatadas por las imágenes, le pidieron al hombre que devolviera el celular, al cual ya le habían quitado el chip y la tarjeta de memoria, según determinó la investigación del Ministerio Público Fiscal.

Por este hecho, las mujeres quedaron detenidas y este viernes fueron juzgadas en Flagrancia. Una de ellas fue sobreseída, mientras que la otra recibió una suspensión de juicio a prueba por un año. Además, deberá pagar una reparación simbólica de $8.000 y realizar trabajos no remunerados por 660 horas en el Municipio de Rawson.