“No puedo evitar ver porno”: tenía cientos de imágenes sexuales de niños en su poder

Tres sanjuaninos fueron relacionados, durante la tarde de ayer, a la megacausa internacional de pornografía infantil: dos hombres y una mujer mayor. Uno de ellos es Marcelo Sánchez Trozzi, un hombre sin antecedentes, pero al que se le encontró una serie de pruebas que lo comprometen seriamente, como cantidades enormes de pornografía infantil, chats que lo involucran y hasta una confesión: “Me gusta mucho ver porno, no lo puedo evitar y me da vergüenza”, dijo mientras lo detuvieron. DIARIO HUARPE estuvo en la audiencia de la formalización de la investigación, que se llevó a cabo en la tarde de este viernes, en la que se decidió que quedará detenido de manera preventiva durante tres meses y habrá un año de investigación penal preparatoria.

Sánchez Trozzi es uno de los inculpados de una megacausa internacional impulsada por Estados Unidos y Brasil, que comprometió a gente de Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Argentina. A los acusados de cada país se los vincula por su dirección IP, es decir, aquello que identifica los aparatos electrónicos de cada uno. Por estos datos comprometieron a tres sanjuaninos: Sánchez Trozzi, Nicolás Marún Blanco y Dominga Blanco.

Sin embargo, la audiencia de Sánchez Trozzi fue una de las más fuertes. Como recién es una etapa preparatoria de la investigación, la mayoría de las pruebas aún no fueron investigadas a fondo. Sin embargo, este es un caso diferente, ya que al momento de allanamiento en la casa del acusado, la computadora se encontraba prendida ejecutando diferentes programas.

Entre ellos estaba un programa de chat en el que se podía enviar y recibir material pornográfico de niños, niñas y adolescentes. También se podía chatear y Sánchez Trozzi lo estaba haciendo con tres personas. Entre ellos, un usuario llamado AgusFra, con el que tenía una conversación difícil de pronunciar, de leer y de reproducir:

A- Yo le mamaba la pi.. a mi tío cuando tenía tres años, ¿y vos?

ST- Uy qué rico, yo también, pero yo era el tío y mi sobrino tenía nueve.

Además de todo lo descripto anteriormente, Sánchez Trozzi reproducía imágenes y videos con contenido pornográfico infantil. Pero eso no fue todo: el presunto pedófilo también tenía carpetas office con, lo que se presume, serían canciones. Los títulos y el contenido, más explícitos aún: “Milanesa de pi..”, “Mis amigas son unas pu…, les gusta la ver..”, “Pendeja pu.. todos te vamos adentro”.

Según informes psiquiátricos, Sánchez Trozzi está completamente consciente de sus acciones. Uno de esos accionares es el exhibicionismo. Gracias a una serie de entrevistas que se llevaron a cabo en el barrio donde vive el hombre en Capital, los vecinos pudieron contar que practica exhibicionismo y que ellos nunca se habían animado a denunciarlo.

Al hombre se le secuestró un total de cinco celulares Samsung, un Alcatel, un Motorola, una computadora, un disco externo y una cámara digital. En ellos, tendría cientos de archivos de video e imagen con contenido pornográfico infantil.

Pero, además, la dirección IP de Sánchez Trozzi se relaciona con una aplicación en particular llamada “Emule”, en la que se puede descargar y distribuir archivos. Es que la fiscalía pedía medidas coercitivas para el acusado. Esta “app” se usa popularmente para este tipo de delitos.

El Ministerio Público Fiscal, encabezado por Raúl Iglesias, pidió la detención preventiva por el plazo de seis meses par Sánchez Trozzi por todo lo relatado anteriormente, pero porque además trabaja como instalador de alarmas y servicios de seguridad.

“Consideramos que, por sus conocimientos informáticos, el señor Sánchez Trozzi puede entorpecer la causa borrando evidencia clave. Al tratarse de delitos informáticos, las pruebas son volátiles y pueden ser eliminadas rápidamente”, explicó una de las ayudantes fiscal, la doctora Buteler.

Esto fue refutado rápidamente por la defensa de Trozzi, ya que explicó que “una persona que instala alarmas no tiene grandes conocimientos informáticos que entorpezcan a la investigación”, pero que además el hombre mantenía a su familia y que encarcelarlo hacía que los hijos del acusado se quedarían sin ese beneficio.

La jueza de Garantías, Celia Maldonado, resolvió imputar a Sánchez Trozzi por facilitación y distribución agravada de representaciones sexuales de menores de 18 años, agravada por la edad de la víctima y tenencia agravada de representaciones sexuales de menores de 18 años, agravada por la edad de la víctima.

La magistrada tomó un punto medio de lo pedido por ambas partes y decidió que la investigación penal preparatoria dure un año y que el acusado esté detenido en el Servicio Penitenciario Provincial durante el término de tres meses de manera preventiva. De este modo, el Ministerio Público Fiscal tendrá un año para investigar esta megacausa.