Policiales > En barrio Las Viñas
Un electricista de 37 años murió electrocutado cuando instalaba un aire acondicionado en Santa Lucía
Gabriel Pozo se encontraba realizando una instalación eléctrica sin protecciones en una vivienda cuando recibió una fuerte descarga.
Por David Silva
Los vecinos del barrio Las Viñas se agolparon incrédulos en la puerta de la casa ubicada sobre calle Larraín entre Lima y Libertad, en Santa Lucía. Sin luz, debatían cómo Gabriel Pozo de 37 años murió en silencio y sólo con la compañía de un ayudante, quien fue el último en verlo con vida.
El hecho ocurrió alrededor de las 18 horas de ayer en un lote dividido en dos casas. Una adelante, cuyo dueño la alquila, y un departamento en el fondo, dónde Pozo conoció su destino final. Allí, él acompañado de un socio llegó alrededor de las 16 horas para instalar un aire acondicionado donde vivía un aparente inquilino.
Para él era un día más de trabajo, puesto que fuentes oficiales indicaron que era un electricista matriculado. Bajo el intenso sol de febrero, Pozo y compañía comenzaron con la instalación cortando la luz de la vivienda como es debido, indicaron desde la Unidad Fiscal de Delitos Especiales. Sin embargo, aparentemente la casa tiene dos líneas y una de ellas quedó aparentemente conectada a la línea directa. Fue esta la que terminaría quitándole la vida al trabajador.
Por motivos que aún se investigan, el electricista recibió una fuerte descarga eléctrica que, según primeras informaciones, habría sido de 220 kilowatts, pero creen que puede haber sido mayor. Con la corriente pasando por su cuerpo, Pozo no pudo pedir auxilio y murió electrocutado en el acto. Su cuerpo quedó tendido en el techo de la vivienda, al lado del motor del aire acondicionado y ante la mirada de su ayudante, describieron fuentes.
Tras la electrocución, casi dos cuadras de viviendas se quedaron sin luz. Después de llamar a emergencias, personal de la Comisaría 29ª llegó hasta el lugar e inmediatamente una dotación de Bomberos de la Policía de San Juan hizo lo propio para tomar los recaudos necesarios para evitar accidentes y otra víctima. En el lugar, personal policial y del 102 confirmó la muerte del trabajador.
Detalles aportados por personal judicial en el lugar indicaron que el fallecido, a la hora de su muerte, no llevaba elementos de seguridad para realizar dicho trabajo. Desconocen si se los quitó durante la instalación o si nunca se los puso. Pero creen que esta es la pista clave para reconstruir el deceso del electricista.
Ahora, restará el informe de la Morgue Judicial para determinar de forma certera cuáles fueron los causantes que le quitaron la vida a Pozo. De la misma manera, la Unidad Fiscal de Delitos Especiales se encargará de reconstruir los hechos previos al siniestro e indagará si la conexión eléctrica de la casa estaba en buen estado y habilitada.
Pozo tenía esposa e hijos. A la hora del levantamiento de sus restos, personal de Energía de San Juan llegó al lugar para restablecer el servicio donde Gabriel Pozo vio por última vez la luz del día.