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Economía > Efecto Shein

Cierran locales en Avellaneda, uno de los polos de ventas de textiles en Argentina

Mientras los argentinos gastan un récord de USD 3.766 millones en compras online e importaciones de ropa, el histórico polo textil de Avellaneda sufre una caída del 50% en ventas y un aumento del 58.6% en locales vacíos.

POR REDACCIÓN

Hace 3 horas
Avellaneda: el polo textil que la globalización digital está vaciando. FOTO: Gentileza

La avenida Avellaneda, en el barrio de Flores, es un termómetro clave del comercio minorista y mayorista de la Argentina. Los datos de los últimos meses, sin embargo, marcan un descenso pronunciado que combina factores estructurales, cambios en los hábitos de consumo y una reconfiguración del mercado.

La irrupción imparable del comercio online y las importaciones

Las cifras más contundentes que explican el cambio de paradigma provienen del comercio exterior y las plataformas digitales. Según la Fundación Pro Tejer, entre enero y octubre de 2025 ingresaron al país 332.696 toneladas de productos textiles e indumentaria, por un valor de 1.450 millones de dólares. Esto representa un salto interanual del 89% en volumen y del 61% en valor.

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Paralelamente, un relevamiento de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria sobre compras en el exterior y transacciones online mostró que los argentinos gastaron un récord absoluto de 3.766 millones de dólares entre enero y octubre, una cifra que duplica con creces el valor de las importaciones formales y evidencia una migración masiva del consumo hacia plataformas como Shein y otras.

El derrumbe del consumo en el mercado interno

Mientras el gasto online bate récords, el consumo en el mercado físico se contrae. De acuerdo con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas a nivel nacional cayeron un 9,1% en noviembre respecto a octubre y se ubicaron un 4,1% por debajo del nivel registrado en noviembre de 2024.

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El sector textil e indumentaria es uno de los más golpeados. El rubro cerró noviembre con un retroceso interanual del 4,3% en ventas, una caída mensual del 8,8% y acumula una baja del 0,1% en lo que va del año. Para los comerciantes de Avellaneda, esta tendencia nacional se traduce en una realidad aún más dura: estiman que, en promedio, están vendiendo un 50% menos comparado con el año pasado.

La consecuencia visible: más locales vacíos

El resultado de esta ecuación es visible en las calles. Un relevamiento bimestral de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) sobre las principales áreas comerciales de la Ciudad de Buenos Aires detectó, entre septiembre y octubre de 2025, un total de 249 locales en venta, alquiler o directamente cerrados.

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Si bien esta cifra representa una disminución del 8,8% respecto al bimestre anterior (julio-agosto), la comparación interanual es alarmante: hay un 58,6% más de locales vacíos que en el mismo período de 2024. La avenida Avellaneda (entre las calles 2800 y 3800) figura específicamente entre las arterias que registraron un "retroceso bimestral" en su actividad comercial.

En síntesis, la crisis de la avenida Avellaneda es el reflejo local de una transformación profunda. Las cifras no dejan lugar a dudas: el consumo se está trasladando aceleradamente a canales digitales y a productos importados, mientras el comercio tradicional lucha por adaptarse a un nuevo escenario donde la competencia es global y los costos locales —como alquileres en dólares e impuestos— siguen presionando. El futuro del principal polo textil de Buenos Aires depende de su capacidad para reinventarse frente a este cambio estructural.

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