Economía > números a marzo
El stock vínico se redujo a solo tres meses y San Juan aporta un 8.7% del total
Sería la primera vez en una década que la vitivinicultura argentina llega en equilibrio a la liberación del vino de 2021. Mendoza coloca el 85.8% del stock.
POR REDACCIÓN
Argentina conseguirá, por primera vez en más de una década, tener equilibrado su sector vitivinícola. Es que el stock vínico se ha reducido al punto en el que para el 1 de junio, cuando esté lista la producción 2021, prácticamente quedarán solo tres meses de reserva, que es lo considerado ideal.
Según información del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura), el stock total, según calculaban en febrero, iba a ser en junio 2021 de 2,9 meses. Esto planteó una reducción respecto al año anterior y las existencias informadas en el último parte, que decía que al 1 de marzo hay guardados 8.589.285 hectolitros de vinos blancos y tintos.
Los especialistas consideran que los tres meses son el valor ideal para el stock a la fecha de la liberación de vinos. Es que le permite a los bodegueros tener una reserva de cara a posibles demoras en la colocación del producto en los mercados locales e internacionales.
Este escenario haría que cuando salga a la venta la cosecha 2021, el 1 de junio, el precio que le paguen al bodeguero podría ser más alto. Además, este número también podría impulsar el precio de la uva que les pagan a los viñateros, debido a la relación de oferta y demanda.
Según los números del instituto, el 85,8% de lo guardado corresponde a vinos mendocinos. En cambio San Juan solo tiene disponibles 747.281 hectolitros, que representa el 8.7 del total. El restante 5.5% corresponde a todas las otras provincias argentinas que hacen vino.
Esta reducción tiene que ver tanto con que la cosecha del año pasado fue un 20% menor a la de 2019 debido a condiciones climáticas, como con la mejora en las ventas. Tanto el consumo interno como las exportaciones de vinos aumentaron considerablemente durante todo el 2020. En el caso del mercado local se debió a que la pandemia hizo que los consumidores habituales de cerveza eligieran el vino. La venta al exterior respondió a que los mercados internacionales tuvieron cosechas pobres y afectadas por el coronavirus.
Lo cierto es que la cosecha de este año no generará existencias mucho mayores, debido a que fue incluso menor a la de 2020. Esto augura dificultades para exportadores, pero mejoras para los que están al inicio de la cadena vitivinícola.