Santino, el chico de 12 años que es la promesa del windsurf en San Juan

Desde pequeño, soñaba con la adrenalina de surcar las olas y domar el aire y así lo hizo. Esta es la historia de Santino Saquilan, el niño de 12 años que es la promesa de windsurf en Rodeo, Iglesia. Ese que salta y vuela como un verdadero profesional.

Santino practica windsurf desde los siete años. Tal vez motivado por el día a día de su familia, una de las propietarias de “Todo Viento, escuela de windsurf”, que tiene una playa en Dique Cuesta del Viento. Desde chiquito vio a los mejores hacer lo suyo con la tabla o con la vela, inclusive al campeón mundial, el kitesurfista colombiano Beto Gómez. Admiraba a esas personas, sentía que eran unos valientes al animarse a hacer todas esas destrezas en altura y con el Sol como testigo. Ahora es él quien “pega unos saltos y unos vuelos, como los mejores de la disciplina", contó la madre del chico, María Fernanda Radi a DIARIO HUARPE.

Santi, desde que se encaminó con su tabla y su traje de neopreno al Cuesta del Viento, en Rodeo, no paró. “Santino arrancó con este deporte y todo lo que se logra windsurf es a pulmón, es un deporte caro”, dijo María Fernanda Radi. La mujer agregó que muchos profesionales le regalaron cosas a Santino y destacaron que su hijo es un “crack navegando”.

Santino Saquilan empezó a hacer windsurf a los siete años.

En temporada, Santino no se pierde un día sin entrenar. Ya había aprendido a leer el viento, a anticiparse a sus movimientos, a danzar con su fuerza indomable y surcar las olas, también aquellas olas gigantes que lo hacían volar como un pájaro. Pero cuando vuelven las clases, solo le dedica tiempo el fin de semana. Sin embargo, el interés por el deporte no se pierde, y el entusiasmo, tampoco. Es que, para él, ya es un estilo de vida.

Los sueños se trabajan y Santino lo sabe, porque trabaja duro para cuando lleguen los años en los que pueda competir. Según su madre, “es muy chico aún”, pero anhela con ansias esos torneos que le den la experiencia suficiente a su hijo para convertirse en pro (profesional). Y lamenta que en Rodeo ya no haya competencias.

“Cuando tenga 15 o 16 años, seguramente Santino vaya a los Juegos Evita de Mar del Plata Y la ilusión está ahí porque ya llevaron a un chico de Rodeo”, contó María Fernanda Radi. “Santino se hace de goma la tabla y la vela”, añadió la mujer, que siente mucho orgullo por su hijo.

Mientras tanto, Santino sigue practicando con las olas y midiendo lo feroz que puede ser el viento a veces. Más allá de las competencias, que le pueden dar sponsors en un futuro, Santino va a jugar, después de todo es un niño que descubrió que su pasión es el windsurf y lo convirtió en su estilo de vida.