Judiciales
Condenaron a 10 años al agresor que casi comete un femicidio frente a sus hijos
El hombre recibió una pena de 10 años de prisión por haber intentado asesinar a su expareja en el barrio Los Pinos. El ataque, ocurrido frente a sus hijos, fue detenido por la intervención del mayor de ellos y de los vecinos.
POR REDACCIÓN
Renzo David Esquivel, de 38 años, fue condenado este martes a 10 años de prisión en un juicio abreviado por el delito de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género en grado de tentativa, en perjuicio de su expareja, y por amenazas agravadas por el uso de arma contra su hijo mayor. La sentencia puso fin a un caso que conmocionó a Chimbas y que se había iniciado el 30 de marzo de este año con un ataque brutal que estuvo a punto de convertirse en un femicidio. El tribunal colegiado integrado por Federico Rodríguez, Flavia Allende y Leonardo León homologó el acuerdo presentado por el fiscal Mario Panetta y la ayudante fiscal Verónica Recio, con la defensa a cargo de Sandra Leveque.
La investigación de la UFI CAVIG determinó que el día del hecho, en el interior del barrio Los Pinos, Esquivel tomó un cuchillo de carnicero durante una discusión y atacó a su pareja con más de 10 puntazos distribuidos en distintas partes del cuerpo. El episodio ocurrió frente a sus hijos menores de edad. La agresión solo se detuvo cuando el mayor de los niños arrojó un camión de juguete a la cabeza de su padre, permitiendo que la mujer lograra escapar y pedir auxilio a una vecina. La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Marcial Quiroga y sobrevivió pese a la gravedad de las lesiones. Según el Ministerio Público Fiscal, Esquivel tenía una clara intención de matar, evitada únicamente por la intervención del niño y de los vecinos.
Durante la etapa de investigación se comprobó que la mujer vivía hacía años en un círculo de violencia, con frecuentes episodios de agresiones físicas y verbales que se intensificaban cuando el imputado consumía alcohol o drogas. Un informe de riesgo de violencia de género arrojó un nivel alto y reforzó la calificación penal. Además de los testimonios de vecinos que lo vieron atacándola, fueron determinantes la declaración videograbada del menor, los informes médicos que constataron las heridas y la propia confesión del imputado ante la Policía, donde expresó que “quería matarla”.
La reconstrucción del caso mostró desde el inicio una secuencia de hechos marcada por el dramatismo y por la presencia constante de violencia de género. El mismo día del ataque, la Policía detuvo a Esquivel luego de que vecinos ingresaran a la vivienda para auxiliar a la mujer y evitar que continuara la agresión. En aquel momento, la víctima fue derivada al Hospital Guillermo Rawson y los tres hijos quedaron bajo resguardo, con intervención de equipos especializados.
Dos días después, durante la audiencia de formalización, Esquivel brindó una declaración que generó polémica. Afirmó que la víctima lo había agredido primero, sostuvo que se defendió y aludió a supuestas conductas de ella para justificar su reacción. La Fiscalía imputó tentativa de homicidio agravado por el vínculo y violencia de género, además de amenazas agravadas. El juez Mariano Carrera dictó cuatro meses de prisión preventiva y habilitó la continuidad de la investigación, que incluyó entrevistas a los menores y pericias psicológicas y médicas.
En octubre, con la etapa investigativa concluida, la causa estuvo cerca de resolverse mediante un juicio abreviado. La Fiscalía solicitó trece años de cárcel y la defensa pidió una calificación más leve. Frente al juez, el imputado rechazó el acuerdo alegando que “trece años es mucho”, por lo que el caso fue elevado a juicio. Sin embargo, en las últimas semanas las partes retomaron el diálogo y finalmente Esquivel aceptó su responsabilidad penal en los hechos, lo que permitió cerrar un acuerdo por una pena de 10 años de cumplimiento efectivo, homologado este martes.
Con esta sentencia, la Justicia consideró acreditado que el acusado actuó con intención homicida en un contexto de violencia de género sostenida en el tiempo.