Las familias volvieron al trueque para poder subsistir

“Participé en los trueques del 2001, fueron momentos bastante tristes, yo tenía mis hijos y tener que hacer estas cosas  en la actualidad para tener para comer no es muy lindo”, dijo Adriana Muñoz, la organizadora del canje de productos sin dinero de por medio y presidenta de Asociación del Milagro.

La mujer hace siete años tiene un comedor y en los últimos meses comenzó a notar como subían las necesidades las mamás que llevaban a los chicos hasta el lugar, además, veía cómo aumentaba la cantidad de personas que iban a comer. Ya no eran solo pequeños, eran familias enteras las que buscaban un alivio en la economía del hogar y asistían al comedor.

No obstante, Adriana no se quedó de manos cruzadas y comenzó a pensar de qué manera podía aliviar a estas familias. “La pobreza te hace tener una gran imaginación, porque desde que te levantás hasta que te acostás tenés que ir pensando con qué darles de comer a los chicos, qué darles de merienda”, aseguró la mujer. Así fue como se le ocurrió volver a un viejo conocido en la Argentina, el trueque, aunque decidió denominarlo Almacén de Canje “para que llevara un nombre más aliviado para las mamás”.

Y así fue como comenzaron a realizarlo en el departamento de Pocito cada 15 días. Este sábado se hizo la tercera edición y tuvo una gran concurrencia de personas que buscaban cambiar, principalmente, ropa por alimentos para poder darles de comer a sus hijos pequeños.

Las mujeres de la zona (mayoritariamente concurren al Almacén de Canje las mamás cuyos hijos asisten al comedor) esperan con ansias cada martes o sábado que se realiza. Las mismas reciben una pequeña colaboración por parte de la presidenta de la asociación solidaria ya que les da bolsas con leche, avena, galletas, budines y todo lo que consigue de las donaciones de los sanjuaninos para ellas tengan más alimentos para "truequear". Hay algunos de ellos que son los más solicitados por las madres, son la leche, los pañales y el calzado para los pequeños que, debido al alto costo, en ocasiones no los pueden obtener.

“En este tiempo nosotros estamos por afrontar una etapa del año bastante difícil porque caen las fincas y no tienen trabajo, el invierno es bastante duro por eso pensamos seguir todo el año”, afirma Adriana.

En cuanto a la esencia de esta actividad, es el canje de los productos sin importar el valor de cada uno de ellos. “Hoy vino un matrimonio a vender y no, no es así”, comentó.

Agregó: “No importa si trajiste un par de zapatillas y te llevás un atado de acelga porque con eso le estás dando de comer a tus hijos”.

WhatsApp para que todos se enteren

En un principio comenzaron realizándolos entre las mamás que llevan a sus hijos a la asociación que son cerca de 70 pero en la tercera edición decidieron extender la convocatoria para que vayan más personas y tener mayor variedad de elementos para canjear. Es por esto que empezaron a invitar a través de WhatsApp principalmente y a publicar el eventos en los estados para se entere la mayor cantidad de gente posible.

“Notamos que si abrimos la convocatoria se va a llegar a cubrir más las necesidades de más familias”, concluyó Adriana Muñoz, la organizadora del Almacén de Canje.

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 El trueque en el 2001

Durante la crisis económica que sufrió la Argentina en el 2001 fueron miles las personas que pudieron subsistir y salir adelante gracias a los clubes de trueque. Las combinaciones que podían hacer eran múltiples, todo se cambiaba, aunque lo que lideraba los trueques era la ropa por comida.

De esta forma se sostuvo la economía familiar, de esta manera miles de familias, estiman que llegaron a ser 300.000 en diciembre del 2001, pudieron afrontar la crisis y cubrir al menos la principal necesidad: la alimentación.