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Las tres obras más icónicas de Rob Reiner tras su muerte en Hollywood
Tras la conmoción por la muerte de Rob Reiner y su esposa, Hollywood recuerda al cineasta a través de tres películas que definieron su carrera y dejaron una huella imborrable en la historia del cine.
POR REDACCIÓN
La sorpresiva muerte de Rob Reiner, uno de los directores más influyentes del cine estadounidense, generó un fuerte impacto en Hollywood y reavivó el repaso por una filmografía que marcó a varias generaciones. Con una carrera extensa y versátil, Reiner supo combinar comedia, romance, aventura y drama judicial con un sello propio.
Entre sus trabajos más recordados se destaca “Cuando Harry conoció a Sally” (1989), una comedia romántica que redefinió el género y se convirtió en un clásico absoluto. Protagonizada por Billy Crystal y Meg Ryan, la película exploró con humor y sensibilidad si es posible la amistad entre un hombre y una mujer, y dejó escenas icónicas que aún hoy forman parte de la cultura popular.
Otra obra fundamental de su carrera fue “La princesa prometida” (1987), una aventura fantástica que con el paso del tiempo alcanzó estatus de película de culto. Con espadas, romance y un tono irónico, el film trascendió generaciones y consolidó a Reiner como un director capaz de combinar entretenimiento familiar con inteligencia narrativa.
El tercer gran hito de su filmografía fue “Cuestión de honor” (1992), un drama judicial protagonizado por Tom Cruise y Jack Nicholson, que mostró una faceta más seria y política del realizador. La película abordó temas como el poder, la ética y la obediencia dentro del ámbito militar, y dejó una de las frases más recordadas del cine: “You can’t handle the truth”.
Estas tres películas resumen la versatilidad de Rob Reiner como director y explican por qué su nombre quedó grabado en la historia del cine. Mientras la Justicia investiga las circunstancias de su muerte, Hollywood lo despide recordando una obra que sigue vigente y continúa influyendo en nuevas generaciones de espectadores y realizadores.