Departamentales
Miedo puertas adentro: crece la inseguridad en Santa Lucía
Vecinos de Santa Lucía reclaman por robos constantes en el barrio Centro de Empleados de Comercio.
La inseguridad volvió a encender las alarmas en el barrio Centro de Empleados de Comercio, en el departamento de Santa Lucía, luego de un robo ocurrido en una vivienda ubicada sobre calle Colón. El hecho, registrado durante la madrugada del sábado 6 de diciembre, reavivó el malestar de los vecinos, quienes advierten que los episodios delictivos se repiten con una frecuencia cada vez mayor y que la respuesta oficial resulta insuficiente frente al avance de esta problemática.
Según relató a DIARIO HUARPE Juan José Cañada, vecino del barrio y damnificado por el robo, al regresar a su domicilio cerca de las cuatro de la mañana, tras una reunión familiar, se encontró con la vivienda violentada. Indicó que la puerta de ingreso había sido forzada y que del interior sustrajeron televisores, un equipo de música, electrodomésticos, ropa y alimentos. “El impacto no fue únicamente económico, sino también emocional, porque uno siente que su casa dejó de ser un lugar seguro”, expresó.
El vecino detalló que realizó la denuncia correspondiente en la Comisaría Quinta, jurisdicción a la que pertenece el barrio. En ese marco, sostuvo que desde el día del hecho concurre de manera reiterada para conocer avances de la investigación. “Estoy yendo prácticamente todos los días, tanto por la mañana como por la tarde, y hasta ahora no he recibido información concreta sobre si se logró recuperar algún elemento o identificar a los responsables”, señaló.
Cañada explicó que el caso no es aislado y que, de acuerdo a los comentarios entre vecinos, existe una modalidad delictiva que se repite. “Se observa a personas que recorren el barrio durante el día, tocan timbres o golpean puertas simulando ser vendedores, y van tomando nota de los movimientos cotidianos de cada vivienda”, afirmó. En ese sentido, agregó que muchas familias deben ausentarse por cuestiones laborales, lo que deja casas momentáneamente desocupadas y expuestas.
El vecino sostuvo que la situación se agrava por la escasa presencia policial. “Los patrullajes preventivos prácticamente no se ven, y cuando se llama por algo sospechoso, la respuesta suele ser tardía o directamente inexistente”, manifestó. Además, consideró que el crecimiento urbano del sector no fue acompañado por un refuerzo en los controles ni en los sistemas de monitoreo.
Ante este escenario, los residentes del barrio optaron por organizarse. “Tenemos un grupo de WhatsApp en el que nos alertamos sobre cualquier situación extraña, personas desconocidas o movimientos inusuales. Es una forma de cuidarnos entre nosotros”, explicó Cañada. Sin embargo, remarcó que se trata de una medida improvisada frente a la falta de soluciones de fondo.
Respecto a las respuestas oficiales, indicó que desde la dependencia policial se les informó sobre actuaciones judiciales vinculadas a otros hechos, aunque aclaró que no hubo precisiones sobre su caso particular. “Nos dicen que hay intervenciones de Fiscalía y allanamientos en curso, pero la realidad es que no tenemos novedades concretas”, expresó.
Finalmente, el vecino subrayó que el reclamo apunta a lograr mayor presencia policial y prevención sostenida. “No pedimos nada extraordinario, solo poder vivir tranquilos y sentir que alguien está cuidando el barrio. Hoy, lamentablemente, esa sensación no existe”, concluyó.