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Salud y Bienestar > Contaminación sonora

Cómo la música alta en fiestas afecta la audición y qué aconsejan los expertos

La contaminación sonora en eventos sociales puede causar daños auditivos graves y otros problemas de salud. La Dra. Stella Maris Cuevas alerta sobre el trauma acústico y el uso nocivo de vapeadores en estas celebraciones.

POR REDACCIÓN

Hace 2 horas
La contaminación sonora no solo perjudica la audición, sino que también genera estrés. Foto: Gentileza

Con la llegada de los eventos de fin de año, como comuniones, recepciones y actos de colación, el volumen de la música y el ruido ambiental aumenta notablemente, superando con frecuencia los niveles recomendados para preservar la salud auditiva.

La contaminación sonora no solo perjudica la audición, sino que también genera estrés, altera el sueño y afecta la calidad de vida en general. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el límite seguro para la exposición nocturna es de 50 decibeles (dB), mientras que niveles entre 60 y 65 dB son dañinos y por encima de 70 dB se consideran peligrosos, especialmente si la exposición es prolongada.

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En las fiestas, estas recomendaciones suelen ser ignoradas y no existe un control efectivo sobre los decibeles, llegando a veces a superar los 120 a 150 dB. A estos niveles, el riesgo de sufrir un trauma acústico aumenta considerablemente, pudiendo causar pérdida auditiva súbita en uno o ambos oídos.

La Dra. Stella Maris Cuevas, médica otorrinolaringóloga, explica que ante síntomas como la disminución de la audición y la aparición de acúfenos o tinnitus —sonidos molestos que se asemejan a una radio mal sintonizada o grillos en el oído— es fundamental consultar a un especialista. El diagnóstico requiere una inspección detallada con microscopio electrónico y estudios audiológicos para confirmar el daño.

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La OMS estima que actualmente el 5 % de la población mundial tiene problemas auditivos y proyecta que para el año 2050 serán 900 millones las personas afectadas, es decir, una de cada diez.

Además del ruido, las fiestas también han visto un aumento en el uso de vapeadores, dispositivos electrónicos que calientan sustancias químicas para producir un aerosol similar al humo del cigarrillo. Aunque están prohibidos en Argentina desde 2011 por la ANMAT, se consiguen fácilmente y su popularidad crece, especialmente entre adolescentes de entre 13 y 15 años.

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Estos vapeadores contienen sustancias tóxicas que generan adicción y daños irreversibles en la salud, afectando el sistema pulmonar, cardiovascular y bucal. Entre sus efectos se encuentran náuseas, dolor de cabeza, hipertensión, inflamación de encías y pérdida dental. También impactan negativamente en el medio ambiente debido al desecho masivo de dispositivos contaminantes con plásticos y metales pesados.

La Dra. Cuevas advierte que el vapeo se ha convertido en una nueva epidemia, especialmente en eventos sociales donde jóvenes y adolescentes lo consumen con frecuencia. Por ello, recomienda fomentar la conciencia sobre sus riesgos y promover estilos de vida saludables y sostenibles.

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