Judiciales > Motivos
Ordenaron prisión preventiva para Bolsonaro por manipular su tobillera electrónica
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue detenido nuevamente luego de que la Corte Suprema lo acusara por cometer un delito.
POR REDACCIÓN
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quedó detenido con prisión preventiva este sábado en Brasilia, tras la decisión del juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, quien lo acusó de intentar manipular su tobillera electrónica con el fin de burlar el monitoreo judicial. El magistrado sostuvo que el exmandatario buscó “quitarse o romper” el dispositivo, lo que representaba un “riesgo inminente de fuga” en el marco de la vigilia convocada por su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, frente a su residencia.
La medida judicial se apoyó en un informe del Centro de Monitoreo Integrado, que detectó a las 00:08 una “violación del equipamiento”, registrando una alteración en el funcionamiento del dispositivo. De Moraes señaló que la acción formaba parte de un “modus operandi repetido” por Bolsonaro, consistente en movilizar a sus simpatizantes para generar confusión que facilite maniobras de evasión.
En su resolución, el juez también recordó que varios allegados del expresidente ya huyeron al exterior para evitar procesos judiciales, entre ellos los diputados Alexandre Ramagem y Eduardo Bolsonaro, lo que refuerza, según el Supremo, el riesgo de fuga y la necesidad de adoptar medidas más severas.
La defensa del exmandatario, que ya cumplía prisión domiciliaria por incumplir medidas cautelares previas, manifestó “profunda perplejidad” por la decisión y adelantó que presentará un recurso ante la Corte Suprema. Argumentaron que la detención preventiva “pone en riesgo su vida” por las secuelas de la puñalada sufrida en 2018 y por sus problemas de salud, además de cuestionar que la medida se base en el eventual tumulto de una “vigilia de oraciones”, actividad que está protegida por el derecho constitucional a la libertad de culto y de reunión.
La prisión preventiva no implica el inicio de la condena de 27 años de cárcel que Bolsonaro recibió en septiembre, sino una medida destinada a garantizar el orden público y la continuidad del proceso penal mientras avanza la investigación.