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Virus Marburgo en Etiopía: seis casos confirmados, tres muertes y emergencia sanitaria
El nuevo brote confirmado llevó a las autoridades internacionales a mantener vigilancia extrema y emitir un alerta global.
POR REDACCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una advertencia global luego de confirmar el primer brote de virus Marburgo en Etiopía, con seis casos positivos y tres fallecimientos en la ciudad de Jinka, ubicada en el sur del país. A estos contagios se suman otros tres sospechosos, también fatales, que permanecen bajo análisis del laboratorio nacional de referencia. Las autoridades sanitarias mantienen bajo vigilancia estricta a 206 personas, aunque ese número podría ampliarse a medida que avance la investigación epidemiológica.
El Ministerio de Salud de Etiopía, encabezado por Mekdes Daba, declaró la emergencia sanitaria el viernes pasado después de evaluar diecisiete casos sospechosos detectados en zonas cercanas a la frontera con Sudán del Sur, según informó la agencia AP. Equipos de salud locales trabajan junto a especialistas de la OMS y organismos internacionales en tareas de rastreo, contención y refuerzo de vigilancia en toda la región afectada.
Este brote representa el primer episodio registrado de Marburgo en territorio etíope. Aunque las autoridades aún no identificaron el origen del contagio, se confirmó la presencia de murciélagos frugívoros en la zona, considerados reservorio natural del virus. Desde la OMS señalaron que el riesgo para la población es elevado, especialmente porque el sistema sanitario etíope ya enfrenta una fuerte presión por brotes simultáneos de cólera, sarampión y dengue.
El virus Marburgo pertenece a la misma familia del ébola y se caracteriza por causar cuadros febriles graves que pueden evolucionar hacia hemorragias severas. Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, vómitos, diarrea intensa y dolor muscular. En los casos más críticos, la mortalidad puede alcanzar hasta el 88% si no se accede a atención temprana. La transmisión se da por contacto directo con fluidos corporales de personas infectadas o con superficies contaminadas.
La OMS enfatizó que actualmente no existe una vacuna aprobada ni un tratamiento específico para esta enfermedad, lo que incrementa el nivel de alerta en la región y en la comunidad internacional. Desde su descubrimiento, el patógeno ha protagonizado brotes periódicos en distintos países africanos, consolidándose como una amenaza recurrente para la salud pública debido a su origen zoonótico y a su capacidad de generar cadenas de transmisión entre personas.
Mientras tanto, los equipos de salud continúan con las tareas de contención en Jinka, mientras la comunidad permanece en monitoreo permanente y las autoridades buscan frenar la propagación del virus.