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El acuerdo aduanero entre Argentina y Estados Unidos beneficiará al agro
Juan Pazo y Donald R. Stakes rubricaron un pacto bilateral que redefine el control fronterizo y la gestión de datos, con una sombra de duda sobre el futuro de las retenciones a la soja.
POR REDACCIÓN
A una semana de la confirmación de un acuerdo comercial bilateral, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) firmó un acuerdo de cooperación clave con los Estados Unidos, un convenio que está llamado a modificar la manera en que ambos países comparten información y que podría tener importantes implicancias para el régimen de retenciones.
La rúbrica se concretó el 24 de noviembre de 2025 en Washington D. C., donde el titular de la ARCA, Juan Pazo (considerado el hombre del ministro de Economía, Luis Caputo, en el organismo), y el director general de Aduanas, Andrés Veliz, se reunieron con el subcomisionado Ejecutivo Adjunto de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), Donald R. Stakes.
Desde el organismo tributario se comunicó la importancia del paso dado, afirmando: “Hoy firmamos un convenio de cooperación con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus iniciales en inglés), un paso clave para profundizar la modernización, la digitalización y la automatización de los procesos aduaneros entre ambos países".
Este mecanismo de cooperación busca alinear el trabajo argentino con los estándares globales, destacando que el acuerdo permite “fortalecer la coordinación bilateral, potenciar la detección temprana de amenazas y combatir delitos transnacionales, alineando nuestro trabajo con los estándares internacionales de la Organización Mundial de Aduanas”. Además, la colaboración con la CBP promete reducir los tiempos logísticos, optimizar la competitividad del sector privado y seguir consolidando la meta de una Aduana 100% digital, eliminando gestiones en papel o trámites presenciales.
El acuerdo entre ambos países no solo se centra en la digitalización, sino que toca puntos sensibles del comercio agroexportador. El Gobierno había adelantado a los sectores agroexportadores que este era uno de los puntos a tratar. De hecho, una alta fuente en off the record confirmó que “Trabajarán en intercambiar información sobre el mercado de soja”.
En el marco del convenio difundido por la Casa Blanca, ambos países se comprometieron a facilitar la inversión y el comercio de minerales críticos y acordaron trabajar en conjunto para estabilizar el comercio mundial de soja. Este punto revivió el capítulo que Scott Bessent definió como tax holiday.
Este contexto de cooperación se da mientras existe la preocupación de los farmers estadounidenses por las políticas argentinas. A fines de septiembre, el Gobierno argentino había establecido “retenciones cero” con un cupo de USD 7.000 millones para los principales cultivos, una medida que duró menos de tres días y que generó malestar en los productores del país del norte. La preocupación radicaba en que “No quieren que la Argentina implemente esquemas de beneficios que lleven a desplazar la soja americana de China”, según comentó una fuente. Ante la consulta sobre si esto complicaría la promesa gubernamental de bajar las retenciones al campo, fuentes reconocieron que existe cierta dificultad para que ese deseo se concrete.
Por su parte, el canciller Pablo Quirno se ha esforzado por desmentir la presión de Estados Unidos sobre este aspecto, si bien algunos sectores agroexportadores argentinos ven con recelo esta influencia. El Ministro de Relaciones Exteriores destacó que “La Argentina mantiene su soberanía impositiva y su decisión sobre su marco regulatorio” al ser consultado en una entrevista sobre si el Gobierno de Estados Unidos había solicitado sostener las retenciones.
Sin embargo, una fuente con conocimiento del funcionamiento de ARCA comentó que “Lo que pueden hacer es introducir una cláusula en ese intercambio para que el Gobierno argentino tenga que anticipar en caso de llevar a cabo medidas de baja de retenciones, como sucedió en septiembre”.
Es importante señalar que la cooperación entre los dos países en materia aduanera tiene precedentes que datan de la década de los 90. Washington ya opera una Unidad de Transparencia Comercial que identifica tendencias globales y rastrea el blanqueo de capitales por vía comercial (TBML), realizando análisis continuos de datos a partir de alianzas con unidades similares en otros países.
La firma de este acuerdo se inscribe en un plan más amplio de modernización de ARCA, impulsado por la necesidad de dólares del equipo económico. A principios de año, el organismo accedió a diferentes líneas de crédito con entes internacionales.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo por USD 1.200 millones para el fisco nacional, de los cuales USD 800 millones están destinados específicamente a apoyar reformas tributarias que busquen mejorar la eficiencia y la equidad del sistema impositivo. Estas reformas incluyen medidas proyectadas para simplificar la declaración del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del Impuesto a las Ganancias personales.
Asimismo, el Banco Mundial (BM) aprobó un proyecto de USD 300 millones orientado a aumentar la eficiencia, eficacia y transparencia de la administración tributaria argentina. Esto se lograría mediante la simplificación de trámites, la automatización de procesos y la provisión de información clara y oportuna a los contribuyentes. (En ese momento, fuentes oficiales de ARCA no pudieron detallar el uso específico de dichos fondos). Mientras tanto, en el mercado, la expectativa de un acuerdo entre Estados Unidos y China ha impulsado la tonelada de soja en Chicago por encima de los USD 400.