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"No le creo nada", la madre de Julieta Viñales contra el médico acusado
La familia de la joven criticó la estrategia de defensa del profesional, quien intentó culpar al Hospital Rawson. Aseguró que su hija perdió el 80% de volumen sanguíneo y que el acusado "no tiene vergüenza" tras cinco años de silencio.
POR REDACCIÓN
La madre de Julieta Viñales brindó ante DIARIO HUARPE una contundente declaración sobre el testimonio que el médico acusado ofreció recientemente, asegurando que no le cree "absolutamente nada" de lo dicho. La mujer apuntó directamente a la estrategia del profesional, quien, según su visión, busca trasladar la responsabilidad a los médicos del Hospital Rawson.
La madre de Julieta enfatizó que, por el contrario, fueron los médicos del Hospital Rawson quienes "le salvaron la vida a mi hija en ese momento". De no haber sido por su intervención, su hija se "moría ahí".
Uno de los puntos clave refutados por la madre fue el intento del médico de minimizar la gravedad del segundo episodio de hemorragia. El acusado habría intentado describir el sangrado como "un desprendimiento nuevamente y una cascarita".
Esta descripción fue duramente cuestionada por la madre, quien detalló que Julieta perdió el 80% de volumen sanguíneo**. Testigos, incluidos médicos y enfermeras que declararon, describieron la hemorragia como "impresionante". La madre insistió en que el profesional no puede venir a decir esa "pavada".
La madre de Julieta recordó que el calvario comenzó con la cirugía de amígdalas (amigdalectomía), que fue lo que "él le produjo a mi hija". Aunque el médico sabía que se trataba de una cirugía complicada debido a una amígdala grande que debió extraer, la madre sostiene que el profesional "no se interesó" por el postoperatorio de Julieta.
Durante ese tiempo, Julieta insistía muchísimo con respecto al dolor en el lado derecho. Además, la madre desmintió las declaraciones del médico sobre la alimentación, señalando que Julieta no podía comer. Este problema fue informado en el consultorio e incluso el médico le recetó un protector gástrico porque Julieta no estaba comiendo y estaba bajo medicación.
Una de las mayores críticas de la madre se centró en la ausencia total del médico desde el incidente. Aseguró que han pasado más de cinco años sin que el médico les haya dado una explicación, ni los haya llamado, ni se haya acercado a ellos. El profesional "desapareció" desde la última vez que lo vieron en la urgencia.
La madre exigió que el médico se haga responsable de la situación. Si bien la madre afirmó que el médico sí estuvo presente durante la cirugía y el postoperatorio, subrayó que "no hizo absolutamente nada". Ella considera que "todo esto se podía haber prevenido" dado que el Hospital Rawson tenía toda la disposición y estudios para realizar.
Finalmente, la madre cuestionó la sinceridad del profesional ante la justicia, señalando la falta de emoción al hablar de Julieta. "Se emociona cuando habla de su familia, pero no se emociona cuando habla de mi hija. “No tiene vergüenza", cerró.