Publicidad
Publicidad

País > Horror en Florencio Varela

Triple crimen: una arrepentida detalló cómo mataron a Brenda, Morena y Lara

Celeste Magalí González Guerrero, la mujer que se convirtió en arrepentida, reconstruyó con precisión el horror de aquella noche. Dijo que las tres jóvenes llegaron sonrientes, engañadas con la promesa de una fiesta, y describió cómo fueron asesinadas una a una.

POR REDACCIÓN

Hace 5 horas
Las tres víctimas del terrible crimen en Florencio Varela. (Foto archivo)

 

“No se le cayó una lágrima, ni se inmutó”. Así describieron los investigadores la frialdad con la que Celeste Magalí González Guerrero, de 28 años, relató ante el fiscal de Homicidios de La Matanza, Carlos Adrián Arribas, cómo ocurrieron los brutales asesinatos de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15). Su testimonio confirmó las sospechas sobre la crueldad del triple femicidio ocurrido el 19 de septiembre en Florencio Varela, pero también aportó detalles espeluznantes que la Justicia desconocía.

Publicidad

Celeste Magalí González Guerrero (28), la arrepentida del triple femicidio de Florencio Varela.

Según su relato, dos días antes del crimen, el líder narco conocido como “Pequeño J” la llamó para pedirle usar su casa, con la excusa de que su propio departamento estaba en remodelación. González Guerrero explicó que tanto ella como su pareja, el peruano Miguel Ángel Villanueva Silva, vendían droga que les proveía “Pequeño J”. Esa noche, dijo, vio a varios hombres (Matías Ozorio, “Nero” y “Paco”) cavando un pozo en el patio de su vivienda, mientras sonaba música fuerte.

Horas después, “Pequeño J” le pidió que abriera el portón: una camioneta Chevrolet Tracker blanca ingresó con las tres víctimas, sonrientes, creyendo que iban a una fiesta. También descendieron tres hombres: el propio “Pequeño J”, Víctor Sotacuro Lázaro alias “Duro”, y otro de tez blanca, canoso y armado con una pistola Glock.

Publicidad

La mujer dijo que se fue a vender droga mientras en la casa quedaban los agresores y las jóvenes. Al regresar, alrededor de las 4 de la madrugada, encontró a su pareja con un dedo ensangrentado. “Me explicó que una de las chicas quiso escapar. Agarró un destornillador y un vidrio y la mató. Como seguía viva, fue al fondo a buscar un fierro y se lo aplastó en la cara”, declaró.

El interior de la vivienda estaba sucio y revuelto. Miguel le dijo que debían limpiar todo: compraron lavandina, guantes, agua oxigenada y bidones de nafta. Luego, junto a “Pequeño J”, “Duro”, “Nero” y “Paco”, cargaron colchones y sábanas en la camioneta, se dirigieron a un descampado y prendieron fuego los cuerpos con los 20 litros de combustible.

Publicidad

Mientras tanto, Celeste pidió hamburguesas por delivery para todos. Cuando regresó, aseguró, “ya habían limpiado todo, no había sangre, nada. Matías pidió un remis y se fue con las hamburguesas”.

Según su testimonio, el orden de los asesinatos fue: primero Brenda, luego Morena y por último la más joven, Lara. Afirmó además que hubo una videollamada durante los crímenes en la que participaron “Papa” y “Lima” (este último identificado como Abel, de nacionalidad peruana), quienes observaron los homicidios en vivo. “Lima me contó por WhatsApp que vio cuando mataban a una de las chicas”, reveló la arrepentida.

Celeste sostuvo que los femicidios fueron un encargo vinculado al robo de 30 kilos de cocaína pertenecientes a Sotacuro. Según dijo, dos de las chicas habrían participado en ese robo. “A ‘Pequeño J’ le pagaron un millón de dólares por hacer lo que hizo”, afirmó ante el fiscal.

El espeluznante relato de González Guerrero permitió a los investigadores reconstruir el modo en que las víctimas fueron engañadas, torturadas y asesinadas en una trama atravesada por la venganza narco, el dinero y la total deshumanización.

Publicidad
Publicidad
Más Leídas
Publicidad
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS