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Buñuelos de acelga y espinaca: recetas fáciles y consejos para prepararlos
Los buñuelos, tanto salados como dulces, mantienen su popularidad por su sabor y versatilidad. Te contamos cómo hacerlos crujientes y suaves, además de tips para evitar que queden aceitosos.
POR REDACCIÓN
Los buñuelos de acelga, espinaca y otras verduras continúan siendo un clásico en la gastronomía, presentes tanto en menús de restaurantes como en hogares, a pesar de la tendencia actual a reducir el consumo de fritos. Su combinación de texturas y sabores los convierte en una opción irresistible para diversos paladares.
Su fama radica en la versatilidad que ofrecen: pueden prepararse tanto en versión salada como dulce, utilizando ingredientes comunes y accesibles en la mayoría de las cocinas. Además, resultan económicos y rendidores, ideales para acompañar o protagonizar una comida. La clave está en lograr buñuelos crujientes por fuera y suaves en su interior, una textura que se consigue con un simple bol y un batidor, aunque tradicionalmente un tenedor también basta, como lo enseñaban las abuelas.
Entre las variedades saladas, los buñuelos de tronco de brócoli se destacan por su popularidad, especialmente entre los niños a quienes no siempre les agrada el vegetal, pero que disfrutan cuando se presenta en esta forma. La preparación más rápida consiste en picar la acelga sin la penca o la espinaca lavada, mezclar huevos con un poco de leche y harina hasta obtener una masa un poco más espesa que la de los panqueques, añadir sal y la verdura, y mezclar bien.
Existen distintas maneras de preparar estos buñuelos: con la verdura cruda para un color y sabor más intensos, ligeramente salteada para reducir volumen pero mantener un color vibrante, o hervida y escurrida, que requiere mayor cantidad para la porción. La masa comúnmente lleva polvo de hornear o harina leudante para conseguir esponjosidad, y algunos agregan un toque de soda. Yanina Osuna, chef de Biutiful bistró, explica que “la esponjosidad se puede conseguir a través de un buen batido del huevo que tiene la capacidad para retener aire en su interior, logrando un resultado suave”.
En cuanto a los buñuelos dulces, suelen resurgir en días fríos o lluviosos como un postre rápido y reconfortante. La mezcla base es similar a la de los salados pero con azúcar incorporada. Gustavo Iribarren, jefe de cocina del restaurante Rufino, señala: “Se baten los huevos con el azúcar y, sin dejar de batir, se añade la leche. Se agrega la harina despacio sin dejar de batir, una vez que esté todo bien mezclado ya podemos armar los buñuelos”. La fruta elegida, como manzana, frutillas, durazno o banana, se sumerge en la mezcla y se fríe en aceite caliente. Al retirarlos, se espolvorean con azúcar impalpable para darles un toque dulce y atractivo.
Respecto a la cocción, la diferencia entre buñuelos fritos y al horno radica principalmente en la textura y el tiempo. Los fritos son más crocantes y rápidos de preparar, mientras que los al horno suelen salir menos crujientes. Rodrigo Colombres, gerente general y socio de Oporto Almacén, comenta que “si el aceite está frío, la harina absorbe aceite de más. En cambio, si está a unos 160° aproximadamente, hace costra y se cocina bien”. Yanina Osuna agrega que “si la técnica de fritura está bien empleada –con abundante aceite y una temperatura correcta– no se absorberá tanto aceite y no deberíamos preocuparnos”.
Para quienes prefieren evitar la fritura, otra alternativa es cocinarlos a la plancha o en sartén con apenas un poco de aceite, lo que da como resultado buñuelos más suaves, similares a un pancake, sin la costra crocante tradicional. En el caso de los buñuelos al horno, se recomienda que tengan menos contenido de agua para lograr mayor firmeza, pudiendo moldearse en moldes para muffins, según aconsejan desde Oporto Almacén.
Para evitar que los buñuelos fritos queden aceitosos, es fundamental usar aceite limpio y abundante, sin restos de alimentos ni quemado, y mantener la temperatura entre 180° y 200°. Es recomendable freír en tandas pequeñas para no bajar la temperatura del aceite y evitar pinchar los buñuelos con tenedor, ya que esto facilita la penetración de grasa.