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Cumplió 102 años y dejó una obra que echará raíces en el futuro sanjuanino
Lucía optó por festejar el día de su nacimiento plantando un árbol en la plaza en la que vivió gran parte de su vida.
Por Eliana Ruiz
“Plantemos un árbol, plantemos cien más y no destruyamos un árbol jamás”.
Esa fue la introducción al poema que recitó este 13 de diciembre Lucía Peñaranda junto a su familia ya que cumplió 102 años y eligió una forma de festejarlo que la hará trascender: plantando un árbol. Para ello optó por una zona en la que pasó sus mejores años, las caminatas con su esposo ya fallecido, los juegos con sus nietos y los recorridos que hizo y aún hace con sus hijas, la plaza Aberastain.
Es que a pesar de que Lucía se crió en el Médano de Oro, a los 29 años se casó con Oscar Psarudakis y juntos vivieron a unas tres cuadras de ese espacio verde por lo que solían frecuentarlo todo el tiempo.
Ahora, en su cumpleaños, esta mujer que nació en el año 1919 decidió continuar con una acción que realiza siempre, plantar árboles. Esto ya lo hizo en diversos espacios de San Juan, como así también, en la vecina provincia de Mendoza que visita de forma periódica ya que dos de sus hijas viven ahí.
“Si fuera por ella, plantaría árboles en todo el camino a Mendoza para que estuviera todo forestado”, contó a DIARIO HUARPE su hija, Rosa Irene.
Rosa no fue la única hija que tuvo, también están Lucía, Marta y Graciela. A ellas se les suman seis nietos que esta noche estarán todos en la segunda parte del festejo en la casa de la abuela.
La primera fue la de plantar un lapacho atrás del escudo nacional que está en el espacio verde. Para esta ocasión tan importante se vistió con un trajecito con saco color amarillo pastel, una camisa azul marino con pintitas y cuello blanco y un collar de perlas. No fue sola, sino que la acompañaron dos de sus hijas, algunas sobrinas, familiares y hasta la peluquera.
De esta forma Lucía pudo cumplir su deseo, dejar su huella en la plaza en la que pasó tanto tiempo de su vida. Esto era algo que quería hacer a los 100 años, pero en ese momento en el municipio no le dieron el permiso correspondiente.
Afortunadamente, la familia consiguió que los habilitaran para hacer esta acción y la abuela se quedó muy conforme. “Estoy muy feliz, me gustaría volver a plantar otro en el Día del Árbol”, dijo.
Esa festividad para ella es muy importante ya que cuando iba a la escuela, no se acuerda el nombre porque “fue hace muchas décadas”, los hacían a todos los alumnos plantar un árbol. Desde ahí, cada vez que podía lo hacía en distintos lugares de la provincia.
Ese pensamiento de plantar árboles para contribuir a la naturaleza lo trasmitió a sus hijas. “Yo planto adonde voy, también hacemos árboles, cada vez que comemos una planta hacemos el arbolito. Ella plantó y regaló muchísimos árboles. Donde íbamos siempre dejábamos uno”, comentó su hija Rosa Irene.
Después de este acontecimiento, Lucía se fue feliz a su casa, contenta por haber cumplido otro de sus sueños y por saber que en el futuro los sanjuaninos podrán disfrutar bajo la sombra de ese lapacho que plantó este lunes.