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El futuro económico del gobierno se juega en las negociaciones de Caputo en Washington
La gestión del ministro de Economía en la capital estadounidense busca concretar un desembolso de divisas que evite el naufragio del plan de estabilización.
POR REDACCIÓN
El ministro de Economía, Luis Caputo, se encuentra en Washington al frente de una delegación del equipo económico argentino, en una misión considerada crucial para el destino del gobierno. La comitiva, que viajó la semana pasada, tiene como objetivo central asegurar el desembolso de dólares frescos que permitan salvar al plan económico del naufragio. Hasta el momento, sin embargo, las gestiones no se han traducido en anuncios concretos, generando incertidumbre sobre los resultados de la negociación.
La agenda oficial en la capital estadounidense incluyó un encuentro con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, seguido de una reunión con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. Tras ambos encuentros, las partes emitieron comunicados públicos estandarizados, destacando discusiones productivas y un progreso continuo, pero omitiendo cualquier detalle específico sobre montos, plazos o instrumentos financieros. Esta ausencia de anuncios sustanciales alimenta la especulación sobre dos escenarios posibles: una dificultad para alcanzar los acuerdos deseados o la gestación de un anuncio de mayor envergadura.
En este contexto, han recobrado fuerza los rumores sobre una potencial dolarización de la economía argentina. No obstante, esta medida, que requeriría una ley del Congreso, es vista con escepticismo en cuanto al apoyo que recibiría tanto del Tesoro norteamericano como del FMI. Analistas sugieren que un anuncio en esta dirección podría tener más un propósito electoral que una viabilidad económica inmediata.
Mientras las negociaciones se prolongan en Washington, en Buenos Aires el Tesoro Nacional continúa vendiendo aproximadamente 300 millones de dólares diarios para contener la presión sobre el tipo de cambio dentro de los límites de la banda establecida, evitando así una intervención directa del Banco Central.
Según informaciones, las discusiones entre las partes giran en torno a dos instrumentos clave: la utilización de Derechos Especiales de Giro de Estados Unidos en favor de Argentina y una línea de swap de la Reserva Federal por hasta 20.000 millones de dólares. Se ha reportado que tanto el Tesoro como el FMI buscan estructurar este respaldo financiero con candados suficientes para impedir que los fondos se utilicen en intervenciones cambiarias, condicionando el desembolso a la implementación de una flotación libre del dólar.
Un punto crítico de la negociación es la exigencia de garantías creíbles y embargables por parte de Argentina para acceder a estos financiamientos. Entre las opciones que se habrían evaluado se encuentran el uso de oro depositado en el Bank of England o la titularización de exportaciones petroleras de YPF. Esta última opción, no obstante, presenta complejidades legales debido al litigio que mantiene el fondo Burford contra el Estado argentino. La definición de estas garantías sería uno de los factores que explica la demora en la concreción de un acuerdo.
La actual gestión de Caputo en Washington consolida su posición como la figura central de la administración en materia económica. El resultado de estas negociaciones definirá no solo el margen de maniobra financiera inmediata del gobierno, sino también la sostenibilidad del plan económico en su conjunto.