Política
El peronismo confía en triunfos en el norte y busca acortar la brecha en PBA
Con la mira puesta en las elecciones del 26 de octubre, el peronismo encara la recta final con expectativas de triunfo en Tucumán, Catamarca, La Rioja, Formosa, La Pampa y Buenos Aires. En paralelo, prevén una disputa voto a voto en Chaco, Santa Fe, Río Negro y Entre Ríos.
POR REDACCIÓN
A pocos días de las elecciones legislativas nacionales, el peronismo llega al cierre de campaña con moderación discursiva, foco territorial y una estrategia orientada a conservar sus bastiones históricos en el norte y centro del país, al tiempo que intenta achicar la distancia con La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, donde se concentra el 40% del padrón nacional.
Las expectativas dentro del oficialismo opositor apuntan a triunfos en Tucumán, Catamarca, La Rioja, Formosa, La Pampa y Buenos Aires, con contiendas más ajustadas en Chaco, Entre Ríos, Santa Fe, Río Negro y Santa Cruz. En tanto, Santiago del Estero se da por descontado que quedará bajo la conducción del oficialismo provincial de Gerardo Zamora, aliado del PJ desde hace años.
En el resto del mapa, el panorama es más adverso. Según las encuestas que circulan entre los comandos provinciales, la competitividad del peronismo baja considerablemente fuera de los territorios donde mantiene estructura política consolidada. “Hace cinco meses no pensábamos estar en esta situación competitiva”, reconoció uno de los dirigentes más influyentes del interior, aludiendo al repunte que las encuestas marcan en las últimas semanas.
Durante los primeros meses del año, la dirigencia peronista aceptaba resignada el avance de la ‘ola violeta’ libertaria y preveía un escenario complejo. Sin embargo, los traspiés del Gobierno nacional, las denuncias de corrupción y el escándalo que involucró a José Luis Espert, cambiaron el ánimo interno. “Se achicó la distancia, hay ánimo de pelea y mucha territorialidad. El peronismo está unido bajo un paraguas común, aunque por dentro convivan distintas líneas”, admiten cerca de la conducción bonaerense.
El mensaje de Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa en la última semana de campaña fue coincidente: militar el voto, garantizar la participación y explicar el nuevo sistema de Boleta Única Papel (BUP). “Hay que hablar con cada votante, hasta el último día”, insistieron en distintos actos y encuentros con militantes.
Según los sondeos que analiza el espacio, la distancia entre Fuerza Patria y La Libertad Avanza se redujo en territorio bonaerense, luego de que el oficialismo libertario perdiera apoyo en segmentos medios urbanos.
El discurso unificado del peronismo en todo el país se apoya en la idea de una “disputa de modelos” frente al proyecto libertario. “Eso es lo que está en juego. Representamos dos modelos antagónicos”, remarcan en el kirchnerismo, donde reconocen que persiste un rechazo residual a la gestión de Alberto Fernández, pero también un creciente malestar por la caída del poder adquisitivo durante los dos primeros años del gobierno de Milei. “Hay enojo, hay decepción y hay esperanza. Ese cóctel hace que lleguemos con chances reales de disputar en lugares que hace meses parecían perdidos”, sintetizó un operador político del PJ bonaerense.
El peronismo, moderado y expectante, busca revalidar su peso territorial y volver a posicionarse como la principal fuerza opositora a nivel nacional.